Caen dos grafiteros itinerantes que dañaron trenes por casi 900.000 euros

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Imagen de un tren dañado por grafiteros esta misma semana en la estación de Ortigueira
Imagen de un tren dañado por grafiteros esta misma semana en la estación de Ortigueira

Hicieron pintadas en Lugo y Ourense y en otras once ciudades españolas. La Policía Nacional les atribuye 209 delitos

05 feb 2019 . Actualizado a las 18:57 h.

Más de 200 delitos en daños valorados en 847.000 euros. Eso es lo que la Policía Nacional les atribuye a dos jóvenes que formaban parte de un comando de grafiteros que realizaron pintadas en trenes y estaciones de 13 localidades españolas, entre ellas Lugo y Ourense. Los dos jóvenes fueron detenidos en Oviedo. Según fuentes de la investigación, los grafiteros operaban «perfectamente organizados, con reparto de tareas y no dudaban en enfrentarse de forma violenta a los vigilantes de seguridad» si eran sorprendidos en plena faena.

Los detenidos han sido puestos a disposición judicial por daños a bienes de dominio o uso público o comunal, un delito que está castigado con una pena uno a tres años de prisión y una multa.

Los investigadores relacionan a los dos arrestados con 209 delitos que, según sospechan, fueron cometidos de manera reiterada en trenes y estaciones de las dos ciudades gallegas y de instalaciones de Asturias, Madrid, Valladolid, Ávila, Burgos, León, Zamora, Cantabria, San Sebastián, Bilbao y Valencia. Las mismas fuentes señalan que los jóvenes eran muy activos y pretendían darse a conocer a nivel internacional, por lo que grababan y difundían sus grafitis en las redes sociales, plataformas de vídeo en red y diferentes foros de Internet especializados en ese tipo de acciones. Para la policía, su principal objetivo era «conseguir fama y prestigio en el ambiente grafitero».

Organizados y con reparto de tareas

Las investigaciones que terminaron con las dos detenciones se iniciaron en mayo del año pasado tras detectar un repunte en el número de pintadas en trenes y estaciones y que parecían estar realizándose de forma organizada. Los agentes examinaron las pintadas e hicieron gestiones para intentar identificar las firmas de los grafitis y la forma de trabajar de los autores de las pintadas.

Pronto se pudo verificar la identidad de los autores de los grafitis y los agentes comprobaron que cometían los hechos de una manera perfectamente organizada y que incluso se repartían las tareas para poder operar sin ser descubiertos. Los investigadores creen que los grafiteros estudiaban la zona en la que iban a actuar para comprobar si había cámaras o vigilantes de seguridad. Procuraban pintar de noche y ocultaban sus rostros con gorros y bufandas para dificultar su identificación.

De todas formas, la Policía Nacional sostiene que los dos jóvenes ahora detenidos no dudaban en enfrentarse de forma violenta a los vigilantes de seguridad si eran sorprendidos haciendo los grafitis.