Caen dos grafiteros itinerantes que dañaron trenes por casi 900.000 euros
GALICIA
Hicieron pintadas en Lugo y Ourense y en otras once ciudades españolas. La Policía Nacional les atribuye 209 delitos
05 feb 2019 . Actualizado a las 18:57 h.Más de 200 delitos en daños valorados en 847.000 euros. Eso es lo que la Policía Nacional les atribuye a dos jóvenes que formaban parte de un comando de grafiteros que realizaron pintadas en trenes y estaciones de 13 localidades españolas, entre ellas Lugo y Ourense. Los dos jóvenes fueron detenidos en Oviedo. Según fuentes de la investigación, los grafiteros operaban «perfectamente organizados, con reparto de tareas y no dudaban en enfrentarse de forma violenta a los vigilantes de seguridad» si eran sorprendidos en plena faena.
Los detenidos han sido puestos a disposición judicial por daños a bienes de dominio o uso público o comunal, un delito que está castigado con una pena uno a tres años de prisión y una multa.
Los investigadores relacionan a los dos arrestados con 209 delitos que, según sospechan, fueron cometidos de manera reiterada en trenes y estaciones de las dos ciudades gallegas y de instalaciones de Asturias, Madrid, Valladolid, Ávila, Burgos, León, Zamora, Cantabria, San Sebastián, Bilbao y Valencia. Las mismas fuentes señalan que los jóvenes eran muy activos y pretendían darse a conocer a nivel internacional, por lo que grababan y difundían sus grafitis en las redes sociales, plataformas de vídeo en red y diferentes foros de Internet especializados en ese tipo de acciones. Para la policía, su principal objetivo era «conseguir fama y prestigio en el ambiente grafitero».
Organizados y con reparto de tareas
Las investigaciones que terminaron con las dos detenciones se iniciaron en mayo del año pasado tras detectar un repunte en el número de pintadas en trenes y estaciones y que parecían estar realizándose de forma organizada. Los agentes examinaron las pintadas e hicieron gestiones para intentar identificar las firmas de los grafitis y la forma de trabajar de los autores de las pintadas.
Pronto se pudo verificar la identidad de los autores de los grafitis y los agentes comprobaron que cometían los hechos de una manera perfectamente organizada y que incluso se repartían las tareas para poder operar sin ser descubiertos. Los investigadores creen que los grafiteros estudiaban la zona en la que iban a actuar para comprobar si había cámaras o vigilantes de seguridad. Procuraban pintar de noche y ocultaban sus rostros con gorros y bufandas para dificultar su identificación.
De todas formas, la Policía Nacional sostiene que los dos jóvenes ahora detenidos no dudaban en enfrentarse de forma violenta a los vigilantes de seguridad si eran sorprendidos haciendo los grafitis.