Tráfico estudia fijar en 16 años la edad para conducir patinetes eléctricos

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Dos patinetes cruzan un paso de peatones en el paseo marítimo de A Coruña
Dos patinetes cruzan un paso de peatones en el paseo marítimo de A Coruña jorge garcia

Los gallegos ven en estos vehículos una amenaza para la seguridad vial, según un informe de la Fundación Línea Directa

05 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La Dirección General de Tráfico tiene previsto establecer una edad mínima para poder conducir vehículos de movilidad personal (VMP), definición en la que se encuadran los patinetes eléctricos. Esa edad, que podría fijarse en 16 años, es una de las modificaciones que se realizarán sobre la normativa actual de conductores y de vehículos para aumentar la seguridad vial en relación con estos artilugios que ha irrumpido en las ciudades. En el borrador de real decreto que la DGT ha elaborado se incluye la prohibición de circular con vehículos de movilidad personal por vías interurbanas, con lo que los patinetes eléctricos tienen vetadas las carreteras convencionales, las autovías y las autopistas y su uso queda limitado al ámbito urbano, aunque en ningún caso por las aceras, que quedarían reservadas a los peatones, según fuentes de Tráfico.

La nueva norma incorpora también la obligación de que los VMP cuenten con un certificado para la circulación emitido por las jefaturas provinciales de Tráfico y en el que se acrediten las características de los patinetes y las bicicletas eléctricos y limita su velocidad máxima a 25 kilómetros por hora. Ese aspecto queda establecido en el artículo que los identifica como «vehículos de una o más ruedas, dotados de una única plaza y propulsados exclusivamente por motores eléctricos que pueden proporcionar una velocidad máxima por diseño comprendida entre 6 y 25 km/h».

El aumento de este tipo de vehículos en los últimos tres años ha disparado los riesgos. Los accidentes con patinetes eléctricos se deben a la velocidad que alcanzan en medio del tráfico urbano, a su irrupción súbita y sin control en la vía y al cruce de calles con el semáforo en rojo para los peatones. Son conclusiones de un informe de la Fiscalía de Seguridad Vial sobre la accidentalidad en las ciudades y las respuestas preventivas y penales respecto al uso de estos artilugios, que la DGT identifica como vehículos de movilidad personal (VMP). Según los datos de la Fiscalía, en el 2018 se contabilizaron en España casi 300 accidentes en los que estuvieron implicados patinetes eléctricos. Pero esa es una cifra inexacta, porque los datos de la Fiscalía proceden de las policías locales de solo 44 ciudades, entre las que no se encuentran ni Málaga ni Madrid, que no habían completado la estadística del año sobre la siniestralidad de este tipo de vehículos.

Pronostican más muertes

Si las cosas siguen igual, este año habrá entre 15 y 17 muertos en accidentes con patinetes eléctricos implicados. Es la estimación extraída de un estudio que realizó la Fundación Línea Directa sobre los vehículos de movilidad personal y que ha sido presentado por su director, Francisco Valencia, que advierte que esa estimación «es una proyección prudente». El estudio analiza los VMP y se pregunta si son una amenaza o una oportunidad para la seguridad vial.

El trabajo tiene en cuenta la opinión reflejada en 2.600 entrevistas realizadas a ciudadanos de toda España y es el primero que realiza una previsión de accidentalidad. La Fundación Línea Directa considera en este informe que si no se toman medidas, la mortalidad se triplicaría por varias causas, entre las que menciona el aumento del riesgo de que ocurra un siniestro, la aparición de nuevas empresas de alquiler, la proyección de ventas, el aumento de la frecuencia accidental y la falta de una normativa clara.

«Van por donde quieren»

Las proyecciones de la encuesta de la Fundación Línea Directa indican que casi 11 millones de personas en España estarían dispuestas a usar los VMP como medio de transporte habitual, pero pese a su popularidad, un millón y medio de gallegos (el 77 % de los consultados) perciben estos vehículos como un riesgo y una amenaza para la seguridad vial. El 95 % creen que sus conductores «no respetan las normas de circulación y van por donde quieren».

Los gallegos piden que los vehículos de movilidad personal circulen por fuera de la acera (96 %) y que sus conductores lleven casco (81 %). Además, un 89 % de los encuestados quieren que los usuarios de los VMP tengan algún tipo de carné o adquieran alguna formación sobre la conducción de los patinetes eléctricos, al tiempo que consideran que deberían tener seguro, usar casco y que el vehículo tenga timbre, luces e incluso matrícula.