En Marea respeta la decisión de ERC y PDeCAT de preparar una enmienda a la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado, pero la formación gallega tiene su propia agenda, que pasa por seguir negociando con el Gobierno central a fin de conseguir más inversiones en Galicia, condición sin la que En Marea no aportará los cinco votos que Pedro Sánchez necesita para sacar adelante sus cuentas. «Agora mesmo, o noso voto é non», insistió ayer Luís Villares, pero el pronunciamiento de sus cinco diputados en el Congreso puede cambiar si en esas negociaciones -que se apurarán esta semana porque a mediados de mes finaliza el plazo para presentar enmiendas parciales- se llega a un acuerdo sobre las «líneas vermellas» a las que En Marea no renuncia.
Aunque las peticiones de En Marea para apoyar las cuentas figuran en la Axenda Galega do Cambio, que el partido presentó al gobierno socialista antes incluso de que se presentaran las cuentas, hay dos cuestiones a las que la formación gallega no piensa renunciar: una tiene que ver con las infraestructuras, tanto marítimas como terrestres; y la segunda, con la condonación de la deuda del puerto de A Coruña.