Fomento plantea un plan de choque para hacer más seguros ferrocarriles y carreteras

¿Podría ocurrir un accidente como el del viaducto de Génova en España? A raíz del procedimiento de infracción abierto a España por Bruselas respecto a la seguridad ferroviaria, ¿se está cumpliendo adecuadamente con la normativa comunitaria? ¿Es posible que las comisiones de investigación del Alvia y Spanair lleguen a cuestionar aspectos del sistema de seguridad español? ¿Está descapitalizándose el patrimonio público de infraestructuras por falta de conservación? Estas son las preguntas de partida que han motivado la elaboración de un informe sobre la seguridad de los transportes y las infraestructuras que el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, presenta hoy en el Consejo de Ministros. La Voz ha tenido acceso a este dosier, que plantea un plan de choque por tierra, mar y aire para garantizar una movilidad segura. En principio, se pretende aumentar en el 2019 un 55 % la inversión en todas las políticas de seguridad relacionadas con las competencias del ministerio, superando los 5.600 millones de euros.

Carreteras

Puentes con buena salud, déficit de conservación. El diagnóstico parte de que España se sitúa «entre los países con mejores niveles de seguridad en carreteras». Sobre la posibilidad de que se produzcan accidentes en puentes o viaductos, se destaca que solo se detectaron patologías en el 0,28 %, «sin que esté comprometida su capacidad estructural». En mantenimiento sí se constata un déficit, pero las acciones se centrarán en los tramos de concentración de accidentes y en los que se cataloguen como «tramos con alto potencial de mejora». En el transporte terrestre, habrá una adaptación a la normativa comunitaria apostando por el tacógrafo digital.

Ferrocarriles

Auscultación de toda la red. La infraestructura, en general, se considera segura, pero se plantea un programa de auscultación de toda la red «para determinar su nivel de calidad». Se continuará con la política de supresión de pasos a nivel, la mejora de pasos entre andenes y la modernización de los equipamientos de seguridad en vía y material rodante. Todo esto se llevará a cabo en el marco de un Plan Estratégico de Seguridad Ferroviaria, en el que se reforzará el papel de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria (AESF) «como supervisora del sistema». Se reforzarán los departamentos de las empresas públicas del sector que gestionan la seguridad y se dará más importancia al factor humano en la evaluación de riesgos, que también se potenciará.

Transporte aéreo

Auditorías y vigilancia de drones. Habrá auditorías periódicas sobre el estado de pavimentos y balizamientos en los aeropuertos y se estandarizarán los servicios de mantenimiento. Hay opciones de mejora en la modernización del control del tráfico aéreo, el factor humano y el control de los drones en el ámbito de influencia de los aeropuertos mediante sistemas de detección de intrusiones. Aunque la tasa de accidentes está por debajo de la media europea, Fomento reforzará la labor inspectora de la Agencia de Seguridad Aérea.

Transporte marítimo

Conservación portuaria y nueva normativa en seguridad. Fomento quiere que las autoridades portuarias cuenten con un plan de conservación de sus infraestructuras con una metodología común. En seguridad marítima, se redactará nueva normativa y se mejorará la labor inspectora.

Investigación

Fusión de las comisiones que analizan accidentes. Las tres comisiones de investigación de accidentes (ferroviarios, aéreos y marítimos) se fusionarán en una autoridad administrativa independiente «que asuma la investigación de los siniestros en todos los modos de transporte», con más independencia y personal porque se fusionarían los medios con los que cuentan actualmente, especialmente los presupuestarios. Para ello será necesario redactar una nueva ley. También habrá un plan para mejorar la asistencia a víctimas de accidentes.

Cambio climático

Mayor vulnerabilidad del ferrocarril y de la alta velocidad por las lluvias. Durante el 2018 se llevó a cabo un estudio para identificar las infraestructuras más expuestas a la variabilidad climática actual. Las secciones que no se ven afectadas o lo están de forma reducida representan el 57 % de la red de carreteras, el 66 % en la de alta capacidad. En el caso del ferrocarril este porcentaje se reduce al 36 %. En la red de alta velocidad es aún menor, un 20 %, «debido a la incidencia de las lluvias intensas sobre los taludes y el balasto de las vías». La vulnerabilidad es mayor, por tanto, en el ferrocarril que en las carreteras. Se plantea hacer estudios de detalle para evaluar mejor estos impactos.

Actos ilícitos

Más vigilancia en las infraestructuras críticas. Se creará la figura del coordinador de políticas de ciberseguridad e infraestructuras críticas, en las que se reforzará la vigilancia, especialmente con sistemas activos de análisis de imágenes. En los aeropuertos se reforzarán los sistemas de detección.

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