«¿Por qué no lo internan?», preguntan los vecinos del rayacoches de Vigo

E. V. Pita VIGO / LA VOZ

GALICIA

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La policía busca al hombre que, tras pagar las multas, vuelve a reincidir y al que los psiquiatras vieron lúcido

27 mar 2019 . Actualizado a las 21:59 h.

«¡Mira!. Este es el señor de los palillos». Un vecino de la calle Corvo Mariño enseña a su hijo pequeño un cartel con la foto del hombre que raya coches en Vigo. «Nos ha metido palillos en la cerradura del portal, lo denuncian y sigue igual», dice este afectado. Y ayer lo volvió a hacer. Un testigo alertó por la tarde de que el ourensano J. A. V. V., de 79 años, estaba dañando unos turismos aparcados en la calle Ruiseñor. Un coche patrulla de la Policía Local peinó la manzana sin localizarlo. Es la quinta vez en una semana que lo denuncian. La comisaría de Vigo calcula que en enero rayó 120 coches y otros mil en el 2018. Actúa desde el 2011. Debe comparecer en los tribunales cada quince días y será juzgado por una sala penal a finales de mes por multirreincidencia. Sus vecinos, hartos del vandalismo, colgaron carteles de búsqueda con su foto.

¿Por qué no lo internan? Eso se preguntan los vecinos. La Fiscalía sigue esa línea y tiene abiertas unas diligencias preprocesales civiles para reunir toda la información disponible relativa al hombre, fundamentalmente atestados policiales, escasos informes médicos y psiquiátricos disponibles. El objetivo del Ministerio Público es tener un diagnóstico lo más completo posible de su situación, tanto médica como social, para adoptar las medidas más apropiadas. Si le admitiesen en el juicio una merma de sus facultades, le serviría de atenuante para rebajarle sus multas.

¿Cómo es posible que después de tantas denuncias siga impune? Hace unos años, el forense judicial recomendó su internamiento al detectarle una anomalía leve. Pero, una vez allí, la institución lo devolvió a casa en solo tres días. No tenía trastornos, podía valerse por sí mismo y su discurso era coherente. También goza de independencia económica. Los expertos policiales creen que no está enfermo, sino que está enfadado con el mundo, que hace daño por maldad. La policía, en su día, lo puso en conocimiento de los jueces, fiscales y servicios sociales porque entendía que había algo en esa conducta que se salía de lo habitual.

Sanciones administrativas

Tampoco pueden meterlo en prisión porque los daños se sancionan administrativamente. Y él, hasta ahora, ha pagado sus multas e indemnizaciones a los pocos que le denuncian. Así evita incurrir en desobediencia y elude su incapacitación. Unos vecinos recuerdan que le rayó el Mercedes a un tal Chispi y, tras el juicio, compensó con 2.000 euros a él y a dos más. La Fiscalía ha llegado a pedir multas de 11.000 euros. «Se va a arruinar con tanto juicio, te das cuenta de que algo le pasa», lamenta un experto policial.

Los vecinos de O Calvario reclaman que intervengan los servicios sociales o un juzgado lo incapacite por su propia seguridad. Temen que algún propietario enojado le empuje o le zurre. «La cosa puede salirse de madre, han puesto carteles como en el Far West. Antes era un desconocido. Ese señor no está bien, por donde va le increpan y sigue haciendo lo mismo, hay algo ahí que no funciona», dijo ayer el presidente vecinal Raúl Fontán en Las voces de tu ciudad, dirigido por Bibiana Villaverde, en Radiovoz Vigo. El domingo, presuntamente, pegó un paraguazo al dueño de un coche. Lleva ocho años así. En abril del 2013 este emigrante retornado de México fue identificado por varios daños en una semana en la calle Gregorio Espino. Admitió los hechos. En febrero del 2015, presuntamente, rayó con un punzón cinco coches aparcados y lo pillaron. Esa vez acabó en el hospital para tomar su medicación.