Así hay que actuar cuando alguien quiere abrir un pozo en su finca

María Cedrón REDACCIÓN

GALICIA

Diámetro de un registro que no está tapado en el entorno del paseo de A Pedra do Sal, en Carballo
Diámetro de un registro que no está tapado en el entorno del paseo de A Pedra do Sal, en Carballo ANA GARCIA

Solo para poder perforar hay que tener licencia municipal y presentar una memoria ante la delegación de Minas. De hallar agua hay que comunicarlo a Augas de Galicia o a la Confederación Hidrográfica

07 feb 2019 . Actualizado a las 11:00 h.

Galicia es tierra de pozos. Solo en la Demarcación Hidrográfica Galicia-Costa hay registrados, según los datos de la Consellería de Infraestructuras, unos 10.000. La dispersión geográfica y los costes que supondría llevar la red de la traída a cada núcleo o casa son algunas de las razones que explican por qué en el entorno rural hay tantos vecinos que optan por hacer un pozo para abastecerse de agua. A esa circunstancia se une la cantidad de arquetas abiertas que dejó en la comunidad la crisis del ladrillo, cuando muchas obras en ciernes quedaron totalmente abandonadas. La tragedia de Julen, el niño que falleció tras caer en un hoyo en Totalán, ha fijado la vista sobre este tipo de infraestructuras. Cómo hay que hacer para abrir un pozo y las medidas de seguridad que hay que tomar para que un accidente de este tipo no vuelva a repetirse son algunas de las cuestiones que están de actualidad. Para prevenir nuevos accidentes, desde el Seprona piden a los ciudadanos que informen de cualquier irregularidad que puedan descubrir para poder actuar y subsanar cuanto antes el problema.

Los pueblos o aldeas abandonadas -en Galicia hay más de 3.600 aldeas que no tienen ningún habitante- son uno de los puntos donde el paso del tiempo suele dejar al descubierto este tipo de infraestructuras abiertas en su día para suministrar agua a una casa. Cuando un pozo está en uso y fue realizado por una empresa de sondeos homologada, la bomba para extraer el agua suele tener una tapa.

Los permisos

Para realizar una perforación, como explica Jorge Ledo, de Sondeos Chanqueiro, hay que pedir un permiso de obra en el ayuntamiento correspondiente. Además, añade, hay que realizar una comunicación a la delegación de Minas de cada provincia. «Hai que presentar unha memoria realizada por un titulado en Minas para poder obter a autorización para perforar», apunta Jorge Ledo.

La obtención del permiso suele tardar entre dos y tres semanas, un plazo que puede variar en función de los expedientes que estén tramitándose. «O custe de facer todo ese papeleo -añade este experto- ronda entre los 400 y los 500 euros, unha cantidade que varía dependendo da obra».

Cuando tras la perforación realizada sale agua habría que comunicarlo a la entidad correspondiente, bien la Confederación Hidrográfica del Norte o a Augas de Galicia, en función del lugar donde esté el pozo. «Cando o consumo de auga extraída é inferior aos 7.000 metros cúbicos anuais bastaría con facer unha comunicación e, despois de pagar as taxas correspondentes, poderíase usar a auga. Cando o consumo é maior desa cantidade hai que agardar a que ditos organismos dean permiso de consumo», añade Ledo.

¿Qué pasa cuando no se encuentra agua? «Nese caso hai que deixar o sondeo totalmente tapado. Hai que vallalo e marcalo ata que quede totalmente cuberto. Cando ten auga hai que poñer unha bomba para sacala e xa leva unha tapa», matiza. El encargado de realizar todos estos trámites administrativos es el cliente que quiere hacer la obra. «Son eles os que teñen que facer as solicitudes, cando nos contratan comprobamos que teñan todos os permisos», añade.

Eso es lo que habría que hacer, pero como apuntan fuentes del sector de los sondeos, «ves de todo». Sobre los pozos de carácter ilegal que puede haber en la comunidad no hay cálculos. Desde Augas de Galicia, por ejemplo, apuntan en este sentido que «o que rexistra Augas é o dereito ao uso privativo da auga desa captación. Non podemos estimar cantos non hai rexistrados». Además, apuntan que la ley garantiza el derecho a consumir el agua captada mientras se haga dentro de la parcela en la que es extraída. De ahí, añaden, «a Xunta non ten que autorizala, polo que tampouco se inspecciona o xeito en que se acomete a obra. O obrigatorio é rexistrar».

Cuando un particular solicita registrar un pozo, explican desde Infraestructuras, un guardia comprueba la veracidad de la información presentada, además de requerir unas analíticas que confirmen la calidad del agua. «O rexistro que se outorga ao titular na práctica é a protección administrativa do seu uso fronte a posibles alteracións de caudal ou de calidade que poidan causar terceiros», dicen.