El nuevo modelo de Fomento olvida a Galicia

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

XOÁN A. SOLER

La filosofía de revertir la caída de la inversión, mejorar el tren convencional y acelerar autovías en obras apenas se refleja en los Presupuestos. Tan solo la apuesta por la conservación

17 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Los miembros del Gobierno y algunos representantes políticos socialistas intentan atenuar las críticas a los Presupuestos asegurando que suponen un cambio de paradigma, en el que se anteponen las personas al cemento. Pero las personas también se mueven, y los nuevos conceptos de movilidad -que en Fomento se considera un derecho- han logrado reducir ese manido antagonismo entre hormigón y seres humanos. La cúpula del ministerio también habla de cambio de paradigma, una filosofía sobre la inversión en infraestructuras que trata de distanciarse del modelo del PP, muy centrado en llevar la alta velocidad a casi todas las esquinas del país. Estas nuevas políticas, sin embargo, apenas se reflejan en los Presupuestos destinados a Galicia, que mantienen su dependencia con el AVE para poner en servicio el acceso central el año que viene.

Las líneas generales de ese nuevo modelo se basan en apostar por el tren convencional y las cercanías una vez que el ciclo de la alta velocidad empieza a agotarse; la movilidad sostenible; la seguridad y la conservación en las carreteras; la intermodalidad; y centrar el esfuerzo inversor en autovías en marcha que pueden cerrarse a corto plazo. El objetivo de «revertir» la tendencia de la caída en la inversión pública es quizás el que menos se cumple: en Galicia baja cerca de un 20 % mientras a nivel nacional sube más de un 26 %. El aumento de 2.097 millones se fue a otros territorios, principalmente para Cataluña y la Comunidad Valenciana.

Ferrocarril

El tren convencional y las cercanías. El departamento que dirige José Luis Ábalos presume de haber aumentado un 160 % las inversiones en el ferrocarril convencional, mientras que las de alta velocidad descienden un 2 %. El objetivo, según Fomento, es «revertir el abandono al que se había sometido a la red convencional y a las cercanías en los últimos años». En Galicia, las partidas para el AVE descienden considerablemente debido al inminente final de las obras, pero no se percibe esa mejora del ferrocarril convencional, que tampoco necesitaría de un trámite de proyectos prolongado. Hay 10,7 millones para la línea métrica de la antigua Feve entre Ferrol y Vegadeo, pero se trata de un trazado tan maltratado que sería preciso una reacción más enérgica. Las partidas para acercar Lugo «a los beneficios de la alta velocidad», como se describe en la memoria de objetivos, son las justas, pues aún faltan proyectos para aumentar las consignaciones. Pero la electrificación del tramo entre Tui y la frontera portuguesa, necesario para que empiecen a circular trenes de capital privado por el eje atlántico que fomenten la competencia, cuenta con medios insuficientes (solo 4,5 millones) para que este año pueda terminarse esta obra.

 Para la línea Ferrol-A Coruña, donde se precisan mejoras urgentes similares a las de Lugo, tan solo se plantea continuar con los estudios sobre el baipás de Betanzos «con el objetivo de reducir los tiempos de viaje». El Círculo de Empresarios de Galicia se queja de que, con estas cuentas, la comunidad «seguirá sin contar con un mallado eficiente que conecte las siete principales ciudades».

No existen cercanías en Galicia, y la apuesta por este modo de transporte que utiliza tanta gente (el gasto aumenta un cerca de 200 %, principalmente para Barcelona y Madrid) no se trasluce en un movimiento por estudiar seriamente su implantación en alguna de las principales áreas metropolitanas gallegas.

Carreteras

Cierre de autovías y conservación. En los programas de objetivos del ministerio se asegura que las partidas destinadas a obras apuestan por «el cierre de los itinerarios de alta capacidad iniciados, con el objetivo de completar el mallado de la red». Tampoco esta premisa se cumple en los Presupuestos. Fomento tenía a su alcance imprimir un impulso a la autovía Santiago-Lugo. Incluso se comprometió con la Xunta a agilizarla para que estuviera lista para el Xacobeo, en el 2021. Pero lejos de aumentar las partidas, se reducen, pasando de 44,2 millones a 30,5, en un trazado con muchos kilómetros en obras en los que sí es factible inyectar más dinero.

 El compromiso del propio ministro Ábalos con la conservación de las carreteras sí se refleja en las cuentas diseñadas para la comunidad gallega, con al menos unos 57 millones de partidas genéricas, con el objetivo de «preservar el patrimonio viario de la pérdida de valor derivada de su uso y obsolescencia». Se pretende «mitigar el déficit acumulado en los últimos años».

Movilidad urbana

Otro año perdido para los accesos urbanos. Distintos altos cargos del ministerio hicieron manifestaciones relacionadas con la importancia de la movilidad urbana, en aquellos accesos o circunvalaciones que aún son competencia de Fomento. «Estas infraestructuras las utilizan mucha gente y hay que invertir más en ellas», suelen decir. Sin embargo, A Coruña, Vigo, Pontevedra y Ferrol se han quedado sin partidas relevantes para la mejora de sus accesos, en vísperas, además, de las elecciones municipales.