Hielo, la amenaza invisible

José Manuel Pan
josé manuel pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Daniel R. Portela

Conducir en tramos helados es prácticamente imposible. Los neumáticos pierden adherencia y el riesgo de accidente se multiplica. Hay que extremar las precauciones

08 ene 2019 . Actualizado a las 13:58 h.

Quien haya conducido con hielo en la calzada sabe que es una de las peores experiencias al volante, y de gran peligro. Es la amenaza invisible. En algunos casos el brillo de la carretera o un color blanquecino puede indicar la presencia de hielo, pero es casi imposible saber de manera visual si un determinado tramo está helado, y en la mayoría de las ocasiones cuando se descubre ya puede ser demasiado tarde. Por eso es necesario adoptar una serie de precauciones para evitar sorpresas desagradables ante las bajas temperaturas de estos días. La primera de todas, informarse de las zonas en las que es posible que haya heladas. Ya en carretera, estos son algunos consejos de la Dirección General de Tráfico para disminuir los riesgos.

zonas sombrías y puentes

A menos velocidad, menos riesgo. Reducir la velocidad es la medida de seguridad más importante más importante cuando se circula por una carretera en la que hay riesgo de heladas. Cualquier tramo sombrío o cercano a ríos, como por ejemplo el paso por un puente, puede convertirse en una pista de patinaje. La adherencia de los neumáticos se reduce y los riesgos se incrementan. Por tanto, el consejo principal es disminuir la velocidad y conducir con suavidad. Se acabaron las brusquedades. Un frenazo o un giro imprevisto puede hacer que el conductor pierda el control del coche. 

ojo a los neumáticos

Deben estar siempre en perfecto estado. Los neumáticos son la unión del vehículo con la carretera. Su buen estado es esencial en cualquier momento para evitar accidentes de tráfico, pero lo es mucho más cuando se trata de conducir con la máxima seguridad por zonas en las que exista riesgo de que aparezcan placas de hielo. Un neumático que esté gastado disminuye el agarre del coche a la calzada y el viaje se convierte entonces en una ruleta rusa.

sobre una placa de hielo

Máximo peligro. Si un coche pisa una placa de hielo, el conductor debe tomar las máximas precauciones al volante porque el control del vehículo es prácticamente imposible en esas situaciones. La recomendación de los expertos es levantar el pie del acelerador, manejar el volante con suavidad pero de manera firme y no frenar hasta que se recupere la adherencia a la carretera. Conviene circular utilizando marchas largas para evitar tracciones bruscas del motor.

temperatura

Riesgo a partir de 3 grados. Los sistemas de información de casi todos los coches incorporan un termómetro que indica la temperatura exterior, e incluso los más modernos advierten de la posibilidad de que haya helada. En días con riesgo de hielo en la calzada es muy importante prestar atención a los cambios térmicos. Si el termómetro del coche marca 3 grados o menos ya existe un riesgo claro de que en la carretera pueda haber tramos con placas de hielo.

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