La situación de En Marea genera recelo y respeto en la izquierda

J. C. SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Para el PP cada campaña es un sinvivir porque cualquier mal cálculo los obliga a entregar el poder tras tres mayorías

06 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El PSdeG y el BNG viven la crisis insalvable de En Marea con una sensación agridulce, como el hostelero de barrio que, ante la apertura de un nuevo bar, duda si este le quitará clientes o generará más ambiente en la calle y, por tanto, mayores beneficios para todos. En el análisis urgente, ambas formaciones salen beneficiadas por la decepción que generan las desavenencias internas de la izquierda rupturista en los votantes, que recalaron mayoritariamente en esta opción que se presumía integradora tras apoyar en anteriores ocasiones a socialistas o a nacionalistas. La posibilidad de recuperar antiguos simpatizantes es celebrada en el PSdeG porque «son competencia», pero también admiten que ese intercambio de votantes, con vistas a las autonómicas del 2020, puede resultar igual de frustrante que casi siempre si el PP, en solitario o en compañía de otros, sigue sumando 38 diputados o más. Desde el BNG, que ha vivido purgas internas similares, prefieren guardarse la opinión y siguen las evoluciones de En Marea «con máximo respecto».

El PP no descarta a nadie

En el otro bloque la situación es distinta. Para el PP cada campaña es un sinvivir porque cualquier mal cálculo los obliga a entregar el poder tras tres mayorías. La fragmentación de la derecha ya es una realidad en toda España menos en Galicia, y en el puesto de mando de San Lázaro no descartan a «nadie». Fenómenos como el de Vox, que irrumpió en el Parlamento andaluz «con una cuenta de Twitter», resumen, también son posibles aquí.

El PPdeG también sabe que Ciudadanos no será el mismo partido bisoño dispuesto a explicar su programa en Galicia tras las elecciones.

Tras los éxitos en Cataluña y Andalucía, los de Albert Rivera tendrán oportunidad de posicionarse en muchos municipios y de aquilatar un relato autonómico que le faltó en los últimos comicios. «Nuestro discurso es el mismo en toda España, y si conseguimos ganar en Cataluña y subir en Andalucía, en Galicia será más fácil», dicen convencidos desde la secretaría de organización.