Una vecina de Quiroga quedó encerrada en un centro social toda la Nochebuena

f. albo MONFORTE / LA VOZ

GALICIA

MARTINA MISER

Se encontraba en los aseos cuando cerraron el local y nadie se percató de que estaba dentro

29 dic 2018 . Actualizado a las 13:24 h.

Una vecina de Quiroga permaneció toda la pasada noche de Nochebuena encerrada en un centro social de la tercera edad perteneciente a este ayuntamiento del sur lucense. Según las fuentes locales consultadas, la mujer, de 81 años de edad, se encontraba al parecer en los aseos del centro cuando el local se cerró en torno a las seis de la tarde del día 24, y nadie se llegó a dar cuenta de que ella se había quedado sola en el interior. Aunque en el centro social hay varios teléfonos fijos, la mujer -que no llevaba consigo un móvil- no hizo uso de ellos ni tampoco abrió las ventanas del edificio para pedir auxilio.

La vecina, de acuerdo con las mencionadas fuentes, vive con un hijo, que avisó a la Guardia Civil por la noche cuando se dio cuenta de que ella no había regresado al domicilio. Entonces comenzó una operación de búsqueda que se extendió por el casco urbano de Quiroga y también por la aldea de Campodola -situada a varios kilómetros de la capital municipal y hoy deshabitada-, ya que se tuvo en consideración la posibilidad de que la mujer se desorientase y se hubiese dirigido a este núcleo, del que es natural.  

Sentada en una sala

El operativo de búsqueda continuó desarrollándose durante la noche, pero no dio ningún resultado hasta las siete de la mañana. Hacia esa hora, los agentes de la Guardia Civil fueron a buscar a uno de los trabajadores del centro social para que abriese la puerta de entrada del local a fin de comprobar si la mujer se había quedado encerrada en el interior, como efectivamente había ocurrido, según se pudo comprobar poco después. La vecina -siempre según las fuentes referidas- se encontraba sentada en un sofá de una sala del centro, cerca de un radiador de calefacción, y presentaba unas buenas condiciones de salud, aunque estaba muy nerviosa a causa del prolongado encierro.

La alerta que causó la pérdida de la vecina se incrementó debido al hecho de que su marido también desapareció hace ahora tres años -e igualmente en diciembre- y ya no fue hallado con vida. El cadáver del hombre fue descubierto cerca de un mes después de su desaparición por un cazador en los alrededores de la mencionada aldea de Campodola. Esta circunstancia hizo temer que la mujer hubiese sufrido un episodio similar y que su desaparición acabase también de una forma trágica.

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