Catorce millones en un radio de 20 kilómetros

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

El epicentro de la fortuna se concentró este año en Santiago y concellos vecinos, que repartieron 35 décimos del gordo

23 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Llevaba tiempo el gordo sin dejarse ver por Santiago y sus concellos limítrofes. Y ayer el primer premio del sorteo extraordinario de Navidad fue celebrado en hasta siete administraciones de la zona, la más afortunada de toda Galicia. El epicentro de la fortuna se concentró este año en un radio de 20 kilómetros, dentro del que vendieron 35 décimos del 03347, dotados con 14.000.000 euros.

La principal lluvia de millones fue a parar al municipio de Teo, la mayor parte en un local inaugurado este mismo año en la travesía de Montouto, a solo diez minutos en coche de la capital gallega. Pasadas las doce y media de la mañana ya se sabía en la administración de lotería A Sorte de Cacheiras que habían dado 6,4 millones del gordo, una cantidad celebrada con champán y mucha expectación, porque nadie parecía saber adónde habían ido a parar esos 16 codiciados billetes, ni siquiera los propios responsables del despacho. «Esto pasa una vez en la vida», decía emocionada Alba Vinque, titular de la administración.

Por eso ayer se podía ver a la gente a las puertas de los negocios del barrio, escudriñando a todo el que iba en dirección al negocio afortunado para tratar de adivinar por la cara sonriente o el paso acelerado si era uno de a quienes el bombo alegró el día. La fortuna también sacudió una mañana triste con otros 2,4 millones en un estanco del mismo municipio, en Pontevea, lindando con la provincia de Pontevedra.

Justo la mitad del dinero que cayó en Teo (4,4 millones de euros) fue a parar a cuatro puntos de Compostela. En la raxería San Marcos, uno de los establecimientos más populares de la zona norte de Santiago, pegado a la vieja carretera del aeropuerto, desbordaba la alegría cuando aún no había concluido el sorteo. Javier Suárez, titular del local, vendió por máquina ocho décimos del gordo, por lo que repartió 3,2 millones.

Una raxería dio 3,2 millones gracias a un juego numérico con el año en que nació su dueño Ni él ni sus empleados sabían quiénes pueden ser los agraciados, aunque sospechan, y así lo confirmaban varios clientes entre susurros, que probablemente son vecinos del barrio. Nadie que se atribuyese uno de esos décimos apareció por la raxería. En ella, Suárez exhibía una lista de números que ofreció a sus clientes, acabados en 74 y 47. Ahí estaba el gordo. ¿Por qué esas combinaciones de 7 y 4? Por su año de nacimiento, 1974. El número 03347 fue la tercera opción de su lista con esa terminación cuando las dos primeras se habían agotado.

También hubo brindis en otras tres administraciones de lotería del sur de la capital gallega, adonde raramente llegan los peregrinos. En cada uno de sus locales se adquirió un décimo premiado con 400.000 euros a través del terminal, por lo que se desconoce quién los compró.

Corazonada en O Pino

La última ráfaga del gordo llegó a O Pino. «Ayer tenía la corazonada de que iba a darlo», afirmaba Maica Mera, del bar O Muíño, de Pedrouzo-Arca. Y su premonición se cumplió. De la terminal sacó dos de los boletos agraciados. Mientras en el local se descorchaba el cava para festejar el premio, ella iba atando cabos y está convencida de que ambos décimos se los llevó la misma persona. Eso sí, ella tampoco es capaz de asegurar si fue un vecino de la zona o a algún peregrino, ya que son muchos los que también acaban probando fortuna mientras realizan el Camino.

Y, por si no estuviese suficientemente repartido, en Val do Dubra, Santa Comba y Santiago cayeron otros dos quintos premios del sorteo de Navidad que, casualmente, también empezaban en 0. Los coletazos del 07568 llegaron a Bembibre y los del 02308 a la zona monumental santiaguesa y a la comarca xalleira. Aunque solo fue un décimo de 6.000 euros en cada caso, dará para un buen homenaje en estas fiestas.

Información con la colaboración de I. Carballo y M. García.

Piden la víspera del sorteo el número que tocó y se quedan sin él por estar agotado

p. c.

En el municipio de los afortunados también hubo mucha mala suerte. Y es que la falta de previsión les jugó una muy mala pasada a varios vecinos que, de seguro, no volverán a dejar para última hora la compra de sus billetes para el sorteo extraordinario de Navidad. Así lo cuenta Ángeles Cacheiro Durán, titular del estanco de Teo donde cayeron 2,4 millones.

Por algún motivo, el 03347 es una combinación que gusta especialmente en el lugar. «El año pasado sé que ya jugaron varios a ese mismo número. Lo hacen siempre. Son un grupo de vecinos de este ayuntamiento», explica la lotera de Pontevea con cierto recelo, tratando de no revelar más información de la debida. Cuenta que justo el día anterior al sorteo acudieron a su estanco para pedir expresamente ese guarismo, el mismo que resultó premiado con el gordo. «Esta vez se acordaron tarde, porque ya estaba agotado. La persona que vino decidió al final echar ese número para el sorteo del Niño», comenta. «Fue mala suerte, muy mala. La chica que vende el pan al lado [en la panadería Toño, que está puerta con puerta con su local] también lo quería, porque el año pasado ya lo había cogido, y tampoco se lo pude dar. Hoy vino su padre y casi lloraba», relata.

¿Por qué tanta gente interesada por el número premiado? «No lo sé. Debieron de decidir entre ellos pedirlo. O fue una casualidad, lo desconozco», señala Cacheiro, quien se estrenó con un premio millonario en una jornada que, de entrada, parecía mala. «Esta mañana tuve que ir a un funeral y, cuando llegué, la chica que tengo trabajando aquí me dijo que le habían llamado diciendo que habíamos dado el gordo», cuenta. «Al final era verdad y estamos muy contentas de repartirlo», continúa. Vendieron seis de los décimos premiados con 400.000 euros por terminal. Podrían haber sido más, si hubieran acudido antes a la administración.