Ferrol presidirá la asociación estatal de decanatos de artes y humanidades

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

FERROL CIUDAD

JOSÉ PARDO

Velará por que las disciplinas humanísticas «estén en el lugar que les corresponde»

18 dic 2018 . Actualizado a las 11:43 h.

Son las que permiten escudriñar el alma. Asomarse al abismo del que de repente surge como un géiser la poesía. Sirven para iluminar los engranajes del pensamiento y así aprender filosofía. Y para palpar las emociones que vociferan desde el interior de un lienzo. Son, al fin y al cabo, las disciplinas académicas que estudian aquello que nos hace humanos y lo que nos ha llevado a convertirnos en la sociedad que somos. Pero están en crisis. El temporal al que llevan años enfrentándose quedaba escrito hace un par de semanas en la Carta magna de las humanidades, un manifiesto firmado por decanos de las facultades de artes y humanidades de toda España que alertaba de que era hora de dar una respuesta común «a los debates estériles» sobre el atractivo, la rentabilidad o la utilidad de las disciplinas humanísticas. Al fin y al cabo, ¿cuánto cuesta conocer el alma?

Para «intentar velar por que las humanidades estén en el lugar que les corresponde» y para crear un ente único de negociación con las Administraciones, los decanatos de artes y humanidades han tomado la decisión de constituirse en asociación oficial, y en su última conferencia, celebrada hace unos meses, optaron por nombrar una comisión gestora en la que hay representación de la Universidade da Coruña y de la de Santiago.

Al frente de esa asociación estará la Facultade de Humanidades e Documentación de Ferrol, que ya es la encargada de redactar los estatutos para la entidad y de organizar para el próximo 10 de mayo la reunión anual de los responsables académicos españoles de las disciplinas humanísticas. Lo explica la decana, Manuela del Pilar Santos, que ya ejerce como presidenta de la actual conferencia de decanatos y que califica de «equivocado enfrentamiento» la división entre ciencias y letras. «Todo lo contrario: la excesiva compartimentación es perjudicial para todos», porque la reflexión que provocan en el alumnado las disciplinas humanísticas «contribuye a la formación de profesionales, de personas, con una mayor calidad humana, críticos, comprometidos y capaces de construir una sociedad más democrática y más justa». Se trata de que en medio de ciencias y letras aparezca una conjunción copulativa y no una disyuntiva, por ponerlo en términos filológicos y, por lo tanto, humanísticos.

La necesidad de «reunificación de los diferentes saberes» a los que hace referencia la decana de Humanidades de Ferrol es uno de los argumentos fundamentales de la carta magna que ya han firmado 420 personas de 16 países diferentes: «La Universidad debe reivindicar en el discurso público y en el de la política general y científica la aportación sustancial de las humanidades al conjunto de los saberes contemporáneos», dice el manifiesto.

Y además, añade la decana de Humanidades de Ferrol, la universidad «debe seguir garantizando la presencia de las humanidades en todos los ámbitos: docencia, investigación y difusión». Y prestando especial atención «a las nuevas posibilidades digitales y tecnológicas y a los nuevos escenarios metodológicos» que aparecen.

La reestructuración se impone para cumplir los mínimos

Se cierra la matrícula de nuevo ingreso en las universidades gallegas y entre las carreras que no han conseguido completar vacantes aparecen varias del ámbito de las humanidades. Ha venido ocurriendo durante los últimos años, en los que las humanidades han ido ganando la fama de carreras con poca inserción laboral. De grados con poco futuro. Y sin embargo, lo tienen. Y lo tienen mucho más allá de la docencia. La cuarta revolución industrial, la inteligencia artificial, los avances en medicina... todos necesitan de perfiles humanísticos, que ya empiezan a calar en grandes empresas como Google y Microsoft. El mensaje empieza a calar en la sociedad y, por ejemplo, Filosofía, que durante muchos cursos había caminado por la cuerda floja de la falta de demanda, parece que se va recuperando. Otras ya han enfilado el sendero de la extinción. La demanda social ha sido uno de los criterios principales para el rediseño del mapa de titulaciones de Galicia, que se ha llevado por delante los grados de Humanidades e Información e Documentación en Ferrol y de Ciencias da Cultura e Hispánicas en Lugo. Serán sustituidos por otra carrera, algo así como una versión actualizada: Xestión do Patrimonio e Industrias Culturais en Lugo y Xestión da Información e da Documentación Dixital en Ferrol. Otros grados, aunque sin demanda, han quedado blindados: las filologías clásica, gallega y gallego-portuguesa y Xeografía.