La dirección de En Marea releva a la empresa que custodiaba el censo electoral

Mario Beramendi Álvarez
MARIO BERAMENDI SANTIAGO DE COMPOSTELA

GALICIA

SANDRA ALONSO

Villares anuncia que su voluntad es que se vaya cuanto antes a las urnas. El sector crítico no acudió a la reunión de la dirección por tratarse «dunha farsa»

15 dic 2018 . Actualizado a las 20:45 h.

La dirección de En Marea ha anunciado este mediodía un conjunto de medidas para que el proceso electoral se pueda llevar a cabo con plenas garantías. El portavoz, Luís Villares, ha comunicado el relevo de la empresa que custodiaba el censo por las irregularidades detectadas, en las que hubo filtraciones de las claves de acceso por parte de un técnico. La dirección del partido también ha comunicado que se implementará un sistema de confirmación de voto por SMS y que otra empresa se encargará de un servicio de autoridad externa de votación.

El sector oficial, que libra un pulso con los críticos, ha asegurado que la obligación del partido es actuar con ética y con transparencia, y no emprender un a huida hacia adelante cuando se producen ilegalidades. «A nosa vontade política é que se poida votar canto antes», ha anunciado este sábado Villares. Según ha explicado la dirección de En Marea, una vez adoptadas estas medidas, es ahora el comité de garantías (donde Villares tiene mayoría) el que tiene que decidir si se dan las condiciones para una nueva convocatoria, que deberá llevar a cabo el comité electoral, que es donde tienen mayoría los críticos.

Manuel Nogueira, miembro de la comisión de garantías de En Marea y alineado con el sector crítico con la dirección, ha acusado a la coordinadora de «robar» las primarias, paralizadas desde hace 14 días y que, según Nogueira, podrían haberse reanudado ya este fin de semana, algo que no se producirá. Nogueira ha atendido a los medios de comunicación a las puertas del local de En Marea, ya que la coordinadora no le ha permitido realizar la rueda de prensa en el interior del local del partido. Fuentes de la dirección del partido consultadas por Europa Press han indicado que no autorizaron la utilización de la sede porque no se trataba de un acto de un órgano de la organización.

Plantón de los críticos

El sector crítico de En Marea ha decidido no participar esta mañana en la reunión del consello das mareas, el órgano de dirección, al entender que se trata «dunha farsa» cuyo único objetivo es aplazar la convocatoria electoral para mantener vivo el conflicto el mayor tiempo posible. Así lo expuso a las puertas de la sede del partido Daniel Calvete, justo antes de que comenzase la reunión.

El llamado sector crítico con Luís Villares lo componen una amplia parte de Anova y de Podemos, además de Esquerda Unida y los tres alcaldes de las mareas, con Martiño Noriega en cabeza. El regidor santiagués fue precisamente quien impulsó el pasado verano la llamada mesa de confluencia, un instrumento para lograr que la dirección del partido reflejase la pluralidad del espacio. Los críticos han justificado su plante en que la coordinadora liderada por Luís Villares (órgano ejecutivo del partido) está usurpando las funciones del comité electoral, en que no existen motivos para aplazar las elecciones y en que es necesario retirar una denuncia en la Fiscalía contra tres compañeros que se sustenta en acusaciones falsas. «Non nos importa demasiado o que poida decidir esta mañá un consello en funcións que non ten competencias»,  ha denunciado Daniel Calvete.

Las irregularidades de manipulación del censo que se detectaron en dos auditorías, una interna y otra externa, desencadenaron la judicialización del conflicto, lo que abre una grieta que, para muchos, será casi imposible de soldar. En ambos sectores existe el pleno convencimiento de que habrá una fractura. La grave crisis abierta en el partido supone un serio contratiempo para los tres alcaldes, encuadrados en el sector crítico, que ven cómo salta por los aires el llamado espacio de unidad popular a las puertas de las elecciones municipales. De ahí que Martiño Noriega marcase diferencias el viernes entre la dinámica de Compostela Aberta, según él, fiel a lo que demanda la ciudadanía, y lo ocurrido a nivel gallego, donde todo está bloqueado por luchas orgánicas de poder. El sector de Villares cuestiona que el alcalde santiagués se ponga ahora de perfil, cuando fue el regidor compostelano, según ellos, quien empezó el pulso contra una dirección democráticamente elegida, pero en la que los suyos no ostentaban la mayoría.