Fomento baja los peajes en las autopistas quebradas y no evita la subida en Galicia

Carlos Punzón
c. punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

CAPOTILLO

Ábalos decide una rebaja del 30 % en las nueve vías rescatadas, y las mejoras de la AP-9 se cargan al usuario

12 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Crece el desequilibrio en el mapa de las autopistas de España. La AP-9, la principal vía de comunicación de Galicia y una de las concesiones más rentables de España, verá el próximo 1 de enero como el precio de sus peajes experimentará tres subidas simultáneas que encarecerán su uso en un 3,47 %. Ese mismo mes, las nueve autopistas quebradas y que han sido rescatadas por la Administración central, con una factura que rondará los 2.000 millones de euros, verán cómo sus tarifas caen en cambio un 30 %.

El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, puso cifras ayer a la política que entiende tiene que asumir el Estado en la gestión de las autopistas que ahora explota directamente, para atraer usuarios a base de unas tarifas más llevaderas. En Galicia no hay esa posibilidad, pues tanto las obras de ampliación de Rande y Santiago como la gratuidad en el viaje de vuelta entre Vigo y Pontevedra tendrán que ser sufragadas por los usuarios de la AP-9, que no tienen prácticamente posibilidad alguna de ver rebajada su factura, aunque sean clientes asiduos, viajen fuera de las horas punta, lo hagan en coches eléctricos o sus conductores estén jubilados, sean estudiantes o perciban rentas bajas, circunstancias que en el resto de España sí minoran el precio de los peajes.

Los analistas del transporte y la movilidad señalan que los usuarios del principal vial gallego son «clientes cautivos» de la autopista, al no tener otra alternativa real para moverse entre cinco de las siete mayores ciudades de la comunidad.

En Madrid, Castilla-La Mancha, Alicante o Murcia, los conductores cuentan con alternativas viarias, con más o menos tráfico, pero con alternativas, al fin y al cabo, al peaje. Pero ahora además contarán con una rebaja del 30 % en las tarifas de las autopistas rescatadas. El ministro de Fomento defendió ayer la bajada como fórmula «para aumentar el tráfico inducido y, en consecuencia, los ingresos por peajes» de los viales que tuvieron que ser rescatados a las concesionarias por no alcanzar el negocio esperado y tener que afrontar expropiaciones a mayor coste del inicialmente valorado.

Ábalos defendió la aplicación de rebajas allí donde esté en su mano, como Fomento habría podido evitar que el sobrecoste de la AP-9 recayese en los usuarios si los sucesivos ministros, y también el actual, que fue el que finalmente autorizó las subidas a mayores, hubiesen asumido el coste de las decisiones del ministerio: 200 millones en el caso de las obras Rande y Santiago y 18 millones más por la gratuidad entre Vigo y Pontevedra.

Feijoo pide negociar con Audasa

Las tres nuevas subidas de la AP-9, que se suman a las dos aplicadas el 31 de octubre, fueron ayer censuradas por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo. El mandatario gallego estima ahora que el 1 % que subirán todos los años hasta el 2038 los peajes para pagar las obras de Rande y Santiago, además de lo que determine la evolución del IPC, «é excesivo, porque con esa cantidade páganse de sobra os 200 e pico millóns de euros das obras», dijo.

Antes incluso de que Galicia pueda recibir la transferencia de la autopista del Atlántico, Feijoo llama a Audasa a un posible encuentro «para establecer unha política distinta». «Creo que se pode facer, aínda que non vai ser fácil», explica. La concesionaria de la AP-9 forma parte de la misma empresa, Itínere, que la que explota los dos viales de pago autonómicos. El presidente de la Xunta, en todo caso, se alineó ayer con el ministro de Fomento al pedir una política de peajes «homoxénea en toda España», debate que Ábalos pretende establecer con todos los partidos para analizar la conveniencia de implantar peajes en las autovías y equiparar tarifas, que ahora presentan notables desequilibrios.

Más de 10 céntimos

Con las subidas de enero, el coste por kilómetro de la AP-9 se establecerá en 0,1088 euros, precio nunca antes alcanzado en la autopista gallega. Con esta nueva alza, que se suma al 2 % que ya experimentó en octubre, la autopista del Atlántico sube posiciones en el ránking de precios de la red de pago de todo el Estado de la que ya se excluyen la AP-1, que es gratuita desde el día 1, la mediterránea AP-7 y la AP-4 andaluza, que lo serán cuando concluya el próximo año.

La tarifa de la AP-9 se situará en enero en 0,1088 euros por kilómetro con las tres nuevas subidas

Una petición que se formuló por vez primera en el 2003 y se reiteró en los tres últimos años

La petición de transferencia de la AP-9 a Galicia tiene tanta antigüedad como ansias de consecución y hasta ahora rechazo de los sucesivos Gobiernos centrales.

2003

Touriño lo plantea. El presidente de la Xunta bipartita del PSdeG y el BNG llegó a plantear el traspaso a Galicia de las autopistas que transcurriesen íntegramente por territorio gallego. Tras su planteamiento inicial, aseguró entender, antes de formalizar la petición de transferencia, el rechazo del Ministerio de Fomento, al mantener que la AP-9 es una vía internacional que conecta con Portugal. En realidad no lo hace, sino que desemboca en la autovía A-55, que sí es la que empata con el puente internacional de Tui.

2009

Proposición de Feijoo. El presidente de la Xunta promovió a través de su partido una proposición no de ley en el Parlamento gallego, a la que se acabaron sumando PSdeG y BNG, con la que toda la Cámara autonómica reivindicó el traspaso del vial, pero finalmente sin éxito.

2016, 2017 y 2018

Tres iniciativas matizadas. El BNG fue el autor de la iniciativa que ayer fue admitida a consideración para que inicie su tramitación parlamentaria en el Congreso. La propuso en el 2016, y en ella llevaba incorporada la posibilidad de que se rescate para lo público la concesión. El rechazo a dicha posibilidad, por parte del PP y del PSOE en Madrid, dio lugar a dos iniciativas posteriores en las que desaparece la opción del rescate, y que aún no han sido vistas por el Congreso.