La Agencia del Medicamento sufre falta de suministro de 397 productos

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

EUROPA PRESS

En algún caso, como Apocard, para las arritmias, se activó una vía excepcional

09 mar 2019 . Actualizado a las 18:21 h.

Adiro, Dalsy, Nolotil, Trankimazín, Almax... Son medicamentos de uso frecuente que todo el mundo conoce y que tienen algo en común: en los últimos meses han escaseado en las farmacias españolas. La Agencia Española del Medicamento reconoce en estos momentos problemas de suministro de 397 presentaciones de fármacos. En algunos casos la fecha prevista para que se subsane el problema es próxima, en otros llega a junio del 2019 y en muchos de ellos no hay un plazo previsto para recuperar la normalidad en el suministro.

Se trata, en la inmensa mayoría, de medicamentos que tienen una alternativa en las farmacias. El famoso Adiro, por ejemplo, falta en dos presentaciones de 30 comprimidos, la de 300 miligramos y la de 100. En el primero de los casos el suministro se recuperará en enero y además hay otras opciones en las farmacias para los pacientes que tengan prescrito este fármaco. Pero en el segundo la alerta es más importante: las reformas en la planta de Leverkusen (Alemania) donde se fabrica este medicamento, provocan que se haya racionado, por lo que solo se cubren parte de las solicitudes recibidas.

Si no hay alternativa

Este es uno de los motivos que los colegios farmacéuticos aseguran que está detrás de la falta de determinados medicamentos, que se concentre la producción. Si solo una planta hace esta presentación a nivel mundial, cuando surge un incidente las consecuencias son mucho más graves. Otro es el ya citado precio de los fármacos, que en España es mucho más bajo que en otros países europeos, por lo que a los laboratorios a veces no les compensa estar en el mercado español.

Si un paciente acude a una farmacia con una receta de un medicamento y este no está disponible, pueden darse dos casos: que haya otro totalmente intercambiable o que no haya alternativa. Esta última posibilidad es la que realmente preocupa a los boticarios y a los facultativos, ya que hay productos que no tienen genérico ni posibles sustitutos. Y aun en caso de que exista una alternativa, puede ser un trastorno para el usuario. Porque un paracetamol se sustituye sin necesidad de acudir de nuevo al médico, pero no ocurre así con otros productos. Por ejemplo, Apocard lleva meses con graves problemas de suministro. Es un fármaco para las arritmias que solo puede sustituirse si lo autoriza un médico prescriptor. Y como tenía una elevada cuota de mercado, las alternativas también empiezan a tener unidades limitadas, lo que ha obligado al Ministerio de Sanidad a activar la vía de «gestión de medicamentos en situaciones especiales».

Sistema de alertas

No solo la Agencia Española del Medicamento recoge las alertas de desabastecimiento. También lo hace la Organización Farmacéutica Colegial a través de una herramienta a la que se han adherido 6.400 boticas que diariamente van informando de los problemas que tienen. En este caso solo recogen medio centenar de medicamentos. La Cafinitrina es la que presenta un mayor número de quejas. Una de cada cuatro farmacias de 48 provincias adheridas ha comunicado que no la tiene.