Estudian trasladar de cárcel a Rosario Porto tras su intento de suicidio

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

Aplican a la madre de Asunta en A Lama un protocolo similar al que tenía el Chicle

21 nov 2018 . Actualizado a las 10:46 h.

Tras conocerse el nuevo intento de Rosario Porto de quitarse la vida y observar la repercusión mediática que este hecho ha tenido, distintas fuentes confirmaron que la prisión de A Lama está estudiando ya su posible traslado a otro centro penitenciario. No se descarta, incluso, que al igual que ocurrió con David Oubel, el parricida de Moraña, y José Enrique Abuín, el Chicle, presunto homicida de Diana Quer, se opte, en último extremo, por un penal ubicado fuera de la comunidad autónoma gallega buscando, de este modo, que decaiga el interés de los medios de comunicación.

En todo caso, y según añadieron estas fuentes, tendrían que ser la junta de tratamiento o la dirección de la cárcel pontevedresa las que formalizasen esta petición ante Instituciones Penitenciarias, Administración que, en último extremo, tiene que autorizar o denegar este tipo de medidas. Dado que se trata de una persona ya condenada, la legislación establece que sea el juez de Vigilancia Penitenciaria de Pontevedra el que supervise la forma en que pudiera realizarse este traslado, de tal modo que podría llegar a dejarlo sin efecto si observa la existencia de indicios de abusos o desviaciones de poder por parte de la Administración penitenciaria.

Vigilada

En cualquier caso, y mientras se estudia un posible cambio de centro, a Rosario Porto se le ha restablecido el protocolo antisuicidios. De hecho, fuentes penitenciarias reseñaron que en la actualidad se le aplican unas medidas similares en muchos aspectos a las que se adoptaron en el caso de Enrique Abuín mientras permaneció recluido en A Lama.

Una de las primeras decisiones que se tomó fue trasladar al módulo de mujeres a la presa de confianza que acompañaba hasta ahora a la madre de Asunta, que fue la que dio la voz de alarma y permitió que los funcionarios del penal pontevedrés auxiliaran a Porto. De este modo, son tres las reclusas de confianza que, presumiblemente, velan por la integridad física de la compostelana las veinticuatro horas del día.

Además, se ha establecido que los funcionarios de la prisión pontevedresa realicen controles cada dos horas, principalmente en horario nocturno. Así, está previsto, incluso, el registro de las dependencias que ocupa Rosario Porto por la noche a la más mínima sospecha, ya sea para tratar de localizar posibles instrumentos que pueda utilizar para lesionarse o para saber si oculta algún tipo de fármaco. En la dirección de la cárcel pontevedresa tienen muy presente que, con la aparente intención de evitar su traslado del penal de Teixeiro al de A Lama, ingirió una importante cantidad de comprimidos que determinaron su internamiento hospitalario.

En esta ocasión, en cambio, Rosario Porto parece haber intentado ahorcarse empleando un cordón de la parte superior de un chándal. Al parecer, el incidente se produjo después de que se le advirtiera que llevaba varios días sin ducharse. Todo parece indicar que fue entonces, ya en la ducha, cuando empleó el cordón para lesionarse.

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