Los vecinos reconocen que «diluviou», pero denuncian que «nin limpan o río nin o deixan limpar»

l. r. VIVEIRO / LA VOZ

GALICIA

Pepa Losada

Aseguran que llevan muchos años denunciando ante organismos oficiales el descuido en el cauce

20 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«A chuvia que caeu foi unha catástrofe, pero isto non sucedería se o leito do río estivese limpo. Unha muller morreu na súa casa pola nosa neglixencia. Diluviou, pero nin limpan o río nin o deixan limpar». Con esta contundencia se expresó ayer Orlando Expósito, uno de los vecinos de Xunqueira que aseguran que llevan muchos años denunciando ante organismos oficiales como Augas de Galicia la falta de limpieza del cauce que en la noche del domingo se desbordó en Viveiro, provocando un reguero de incidencias y la muerte de una mujer de 82 años, que pereció en el interior de su vivienda al no poder escapar del agua. «Estamos cansos de chamar e que non nos fagan nin caso. Se non se coidan os ríos, pasan estas cousas», manifestó.

Al igual que Expósito, que ayer se afanaba en solventar los destrozos provocados por la tromba en el exterior de su casa, otros muchos reconocen que el fenómeno meteorológico registrado fue excepcional, pero que también influyó el factor humano. «O causante disto é a auga, diso non hai dúbida, está claro. Pero hai cousas que se poden facer para evitar traxedias humanas así», apuntó Ramón, propietario de una empresa situada en Xunqueira que comercializa maquinaria agrícola, que apenas se vio afectada por estar situada varios metros sobre el nivel del río.

Denuncias ante el Seprona

Otro vecino que sufrió las consecuencias de la tromba fue Roberto Yáñez, que asegura haber denunciado el mal estado del río Xunqueira ante el Seprona y la Consellería de Medio Ambiente en los últimos meses. «En verano talaron un monte río arriba y dejaron muchos árboles tirados encima. Denuncié la situación y vinieron a ver cómo estaba todo, pero nadie hizo nada. Y hoy [por ayer] parte de esa maleza y de esos árboles son los que están aquí, los que arrastró la corriente», indicó mostrando el puente en el que, según las primeras hipótesis, se había formando el dique natural que al romper provocó la gran inundación que arrasó el barrio. Según indicaron distintas fuentes, algunos vehículos que estaban estacionados en esta zona fueron arrastrados por la corriente centenares de metros, hasta acabar encajados en terrenos y viviendas particulares, o en puntos como A Xunqueira, donde se ubica el campo de la fiesta.