La mayor parte de las muertes en las cárceles gallegas, vinculadas a las drogas y a los suicidios

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Capotillo

Los cinco centros de la comunidad suman una población media que se aproxima a las 3.500 personas

19 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La mayor parte de las muertes que registran las cárceles ubicadas en Galicia, en la misma línea que en el conjunto de los centros penitenciarios del Estado, no se producen por causas naturales, sino que tienen detrás la incidencia de las drogas o el suicidio, informa Europa Press.

El último informe sobre la mortalidad en prisiones de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, que analiza la situación en el año 2017, refleja que en las cárceles de A Lama (Pontevedra), Bonxe y Monterroso (ambas ubicadas en la provincia de Lugo) y Teixeiro (A Coruña) fallecieron un total de 13 reclusos.

La estadística precisa que los cinco centros penitenciarios de la comunidad suman una población media que se aproxima a las 3.500 personas. Los más poblados son A Lama y Teixeiro, con más de 1.200 reclusos; mientras que las dos cárceles lucenses superan los 200 en cada caso. La prisión de Pereiro de Aguiar, en Ourense, no alcanza los 300 reclusos; y el centro de inserción social (CIS) de A Coruña tenía en el 2017 unas 160 personas. En la estadística no figura que en estos dos centros hubiese fallecimientos en el pasado ejercicio.

Sí concreta que nueve de los 13 fallecidos el año pasado en A Lama, las dos cárceles lucenses y Teixeiro -casi un 70 por ciento del total- no murieron por causas naturales. En seis casos, detrás del fallecimiento estaban las drogas, y las tres muertes restantes fueron suicidios.

Los datos por prisiones detallan que las cinco muertes de A Lama fueron por causas no naturales (hubo un suicidio y las otras cuatro estuvieron ligadas a reacciones adversas a las drogas); en Bonxe hubo un suicidio; en Monterroso tres fallecimientos, uno debido a causas naturales, otro por drogas y un tercero por suicidio; y en Teixeiro, tres muertes por causa natural y una cuarta vinculada con las drogas.