O Garañón, del juzgado a zona verde

Miguel Cabana
miguel cabana LUGO / LA VOZ

GALICIA

ALBERTO LÓPEZ

La alcaldesa de Lugo negociará darle suelo en otro lugar al dueño para desbloquear el caso

17 nov 2018 . Actualizado a las 21:50 h.

O Garañón, un escandaloso edificio inacabado y paralizado judicialmente en el centro de la ciudad de Lugo desde hace ocho años, podría tener los días contados con una propuesta lanzada ayer por la alcaldesa de Lugo. Lara Méndez anunció que propondrá al pleno convertir la parcela de O Garañón en zona verde y negociar con el propietario cederle terrenos edificables en otros lugares de la ciudad. De esta manera, si el plan saliese adelante, se conseguiría derribar el adefesio urbanístico que fue paralizado hace ocho años por la jueza De Lara y que desde entonces es el emblema del feísmo, por estar al lado de una zona verde emblemática como es el parque Rosalía de Castro, y porque es un impacto visual desde todas las zonas verdes del río Miño. Por otra parte, podría ser también la solución a un embrollo urbanístico y judicial que se llevó por delante al exjefe de los socialistas gallegos, Xosé Ramón Gómez Besteiro, y al exalcalde lucense, López Orozco.

Los trámites urbanísticos previos a la construcción del edificio fueron una de las causas que la jueza De Lara -ahora investigada por el Poder Judicial- imputó a ambos por vía penal y que los apartó de sus carreras políticas. El 25 de noviembre del 2010, la magistrada paralizaba la construcción del edificio alegando que en los trámites de urbanización de la parcela no se pidieron informes de la Xunta que eran preceptivos. Y aunque posteriormente el Ayuntamiento concedió licencia y la construcción tenía los permisos en regla, ella decidió precintar la obra con un larguísimo auto judicial en el que mandaba parar todo trabajo, cortar los suministros, vallar el edificio y hasta advertía a quien desobedeciese su orden que sería detenido.

A aquella paralización le siguió un largo litigio judicial y hasta tres sentencias, alguna del TSXG, que acabaron por determinar que la urbanización previa a la licencia tuvo defectos achacables tanto al concello como a la Xunta. Así que el promotor, que tenía licencia en regla y no se consideraba responsable de los problemas legales previos, anunció que exigiría judicialmente 20 millones de euros por las pérdidas. Hace pocos meses reiteró que, debido al paso del tiempo, la indemnización que pediría sería de unos 25 millones. Este riesgo de una fuerte indemnización para el Concello y el hastío de los lucenses viendo cada día la mole inacabada llevó a la alcaldesa a buscar una solución que no pasase por seguir en el juzgado durante años. Por eso ayer anunció la propuesta de llevar al pleno la conversión de la parcela en zona verde, compensando al promotor -Construcciones Ribe, de Ourense- con terrenos en otro lugar. Falta por ver si el promotor acepta, porque ayer dijo que nadie le había consultado nada todavía, y que él quería recuperar el dinero y no terrenos.

También falta por ver si algunos grupos de la oposición apoyan la propuesta de Lara Méndez y sale adelante, ya que ella gobierna en minoría. Aunque a todos los partidos les gustaría el derribo, la cercanía de las urnas y las acusaciones de electoralismo complican la situación.

Dorribo se desdice de sus acusaciones contra Fernando Blanco y otros empresarios

El exempresario Jorge Dorribo, juzgado y condenado por fraude de subvenciones en la operación Campeón y actualmente a la espera de cumplir condena, comunicó el 8 de octubre al juzgado de Pilar de Lara que las acusaciones que había hecho contra el conselleiro de Industria del BNG en su día, Fernando Blanco, su jefe de gabinete, el director de Innovación Salustiano Mato y otro empresario lucense no eran verdad. La causa se abrió por una denuncia de Dorribo y fue archivada por la Audiencia la semana pasada. Pero en septiembre la jueza preguntó a las partes si tenían algo que alegar antes de un posible archivo y Dorribo contestó que «a la vista de lo actuado no existe prueba alguna y solicito el sobreseimiento». Además, aprovechó para decir a la jueza que «las dilaciones indebidas, que se ponen de manifiesto con la mayor humildad y respeto» de más de cinco años le estaban perjudicando.