Iván Añón, el fugitivo escurridizo

Antonio Longueira Vidal
t. longueira CARBALLO / LA VOZ

GALICIA

cedida

El carballés condenado por asesinato esquivó en dos ocasiones a las fuerzas de seguridad

16 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El 10 de octubre Iván Añón Botana tenía que presentarse en el cuartel de la Guardia Civil de Carballo para reingresar en prisión tras disfrutar de un permiso. En la cárcel de Teixeiro le queda por cumplir una parte importante de los 27 años a los que fue condenado por el asesinato de un joven de Malpica. Ya había disfrutado de al menos dos o tres permisos carcelarios más «y nunca hubo un problema, se personó como un reloj, firmó y regresó a Teixeiro».

Pero en esta última ocasión Iván Añón Botana no acudió al cuartel ni tampoco a la cárcel de Teixeiro. Un tipo con «buen comportamiento, de carácter introvertido y que nunca se había metido en problemas con otros reclusos» se convertía así en uno de los fugitivos más buscados, con una orden a nivel nacional que incluía aeropuertos, puertos y estaciones de tren y autobús.

Pero el que más y el que menos tiene claro que el recluso fugado no se mueve más allá del polígono de Sabón, en Arteixo. Su pareja reside en Arteixo, y su familia, en Carballo. La alerta para buscar al fugado movilizó también a las policías locales de Carballo y Arteixo, que apoyan la investigación que dirige la Guardia Civil.

Problemas personales

Desde el entorno del preso se filtró, puede que de forma interesada, que Iván Añón Botana «tenía unos problemas personales que resolver» y que cuando lo hiciera regresaría a Teixeiro. Pero ese argumento no caló ni en la Guardia Civil ni en la Policía Local. En apenas una semana y media fue visto en al menos dos ocasiones. Una primera vez en Arteixo, en concreto en un bar. Una persona lo identificó y alertó a las fuerzas de seguridad. Iván se percató de lo que estaba sucediendo y puso pies en polvorosa. Y pese a que varias patrullas merodearon la zona en la que había sido visto, no lograron dar con él.

La segunda vez fue este fin de semana. Una llamada telefónica de un particular lo situó en las inmediaciones del colegio Bergantiños, cerca de la salida de Carballo en dirección a Malpica y a Ponteceso. Eran las siete de la tarde y ya había noche cerrada. Unos agentes lo vieron y se inició una persecución por la calle Carballo Calero. Pero el fugado logró meterse en un portal y «algún vecino, seguramente conocido de Iván, le abrió la puerta y allí se ocultó», señaló un policía. De nada sirvió que varios agentes de paisano hicieran vigilancia por toda la zona durante varias horas. Iván les había vuelto a dar esquinazo, y vuelta a empezar.

Detenido su hermano

En las últimas semanas hubo varios hechos importantes en la vida de este condenado por asesinato. Uno de ellos fue que su hermano Daniel fue detenido en A Coruña, investigado por al menos un robo, atribuido por la Policía Nacional y por la Guardia Civil a la denominada banda del Golf Rojo, que se dedicaba, supuestamente, a reventar tragaperras.

En este momento queda por saber si Daniel e Iván, los hermanos Añón Botana, se reencontrarán pronto en la cárcel de Teixeiro o si el fugado Iván se hará de rogar, como así parece que hará, hasta que sea apresado por las fuerzas de seguridad.