«Fueron a recoger mi cadáver, pero tengo siete vidas»

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

GALICIA

Antonio Lozano se recupera de un percance ocurrido hace tres años
Antonio Lozano se recupera de un percance ocurrido hace tres años Carlos Castro

Antonio sufrió un grave accidente en Vilalba en 2015 y aún arrastra secuelas

12 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Volvía a casa con toda su familia en el coche para celebrar la Navidad del 2015 pero, después de un grave accidente en Vilalba, acabó inconsciente en cuidados intensivos. Se despertó con las campanadas del 2016 y después no pudo dejar el hospital hasta muy avanzada la primavera de ese año. Este es un breve resumen de la historia de Antonio Lozano Miranda (1960), un lucense muy conocido porque durante muchos años vendió viajes a medio Lugo y, además, entrenó a baloncesto a multitud de jóvenes. «Fueron a recoger mi cadáver, pero ya ves... tengo siete vidas», dice con gran optimismo. Inmediatamente aclara: «Ya gasté 6».

Una conductora que invadió el carril contrario se llevó por delante el vehículo en el que viajaba Miranda con su esposa y sus dos hijos. Volvían a Lugo desde Santiago, a donde habían ido a recoger al hijo mayor para pasar la Navidad todos juntos. Se desviaron a Vilalba para buscar un regalo, pero el destino quiso que todos acabaran en el hospital y, además, pasando por quirófano. Antonio Lozano se llevó la peor parte. Cuando falta poco para cumplirse tres años del percance, aún arrastra problemas que vence con una gran dosis de optimismo.

«Pasé hospitalizado cuatro meses en cama, boca arriba y sin moverme. No tienes más remedio que cargarte las pilas, porque tienes muchas, muchísimas horas para pensar. Piensas que hay gente en peor situación porque muchos accidentados quedan en una silla de ruedas. Otros muchos no lo cuentan. Yo he sido un gran afortunado dentro de lo que cabe», destaca. Después hace balance: «Me operaron de 22 huesos; me quedó desgarrada una oreja... Pero estoy vivo gracias al gran equipo de profesionales que me atendió».

Pasados varios meses del grave percance, se presentó un guardia civil en la habitación del hospital. Iba a tomarle declaración a Antonio Lozano para completar el atestado. «Recuerdo que en algún momento de la conversación -destaca el accidentado- me dijo: ‘‘Me alegro mucho de ver un ‘cadáver’ como el tuyo’’. Me contó que cuando recibieron el aviso para acudir al accidente les dijeron que habría que recoger un cadáver. Fue un milagro que me sacasen con vida, pero aquí estamos, de prestado».

Lozano Miranda dice que le quedó «la mente en blanco y no recuerdo nada de lo ocurrido». No volvió al lugar del accidente, que está en el enlace de la A-8 con la autovía de Ferrol. Sobre la persona que conducía el vehículo que impacto contra el suyo dijo: «Me enseñaron a perdonar. No le echo nada en cara. Me tocó a mí».