La oposición condiciona su regreso a la investigación sobre la sanidad a añadir 44 comparecencias más

Domingos Sampedro
d. sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

SANDRA ALONSO

10 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los tres grupos de la oposición parlamentaria, En Marea, PSOE y BNG, mostraron ayer su voluntad de rectificar el portazo, en principio definitivo, dado la semana pasada a la comisión de investigación sobre los recortes en la sanidad pública, que ellos mismos crearon al amparo del artículo 52.1 bis del reglamento de la Cámara. Y pusieron una condición sobre la mesa: que el PP acepte que hay que incorporar de manera inexcusable 44 nombres más al listado de 26 comparecientes incorporado ya al plan de trabajo, un planteamiento que los populares acogieron con desdén.

Los tres portavoces de la oposición comparecieron ayer en una rueda de prensa conjunta para demandar una modificación del plan de trabajo de la comisión que abandonaron para incorporar más de 140 nuevas peticiones de documentación y 44 nuevas comparecencias, entre las que se invocan la del portavoz de la familia del paciente fallecido en el PAC de A Estrada el pasado mes de agosto sin que pudiera ser atendido, los cargos del Sergas imputados por el retraso en el suministro de tratamientos a pacientes de hepatitis C, responsables de Povisa, la exconselleira Rocío Mosquera o la gerente de la EOXI de Santiago, Eloína Núñez, familiar del presidente de la Xunta.

Las fuerzas de la oposición sostienen que su propuesta es de mínimos, aunque también se muestran flexibles a mover algún nombre si fuera necesario. Lo que no están dispuestos a consentir es que el PP pueda vetar con su mayoría absoluta todos y cada uno de los nombres esgrimidos desde la bancada izquierda.

«Levamos un mes padecendo unha mordaza parlamentaria na comisión de investigación», se quejó el portavoz de En Marea, Luís Villares, que dijo que la pretensión de su propuesta conjunta es darle al PP la posibilidad de «rectificar e pedir perdón». La líder del BNG, Ana Pontón, reprochó al PP que utilice el rodillo de su mayoría para impulsar una «comisión de absolución» en vez de una comisión de investigación, mientras el portavoz socialista, Xoaquín Fernández Leiceaga, advirtió que «non estamos dispostos a aceptar a doma e castración da oposición en Galicia» que, a su juicio, impuso el PP con su mayoría.

Recelos del PP

El portavoz del PP, Pedro Puy, acogió con gran cautela las condiciones puestas por la oposición sobre la mesa, que elevarían a 70 el número de comparecientes frente a los 26 actuales. Abrió la mano a estudiar la propuesta y a incorporar alguno de los nombres en una segunda fase del trabajo de la comisión, pero subrayó que en caso de aceptar la totalidad de las exigencias se rompería «o tradicional equilibrio que se deu noutras comisións» entre los nombres propuestos por el grupo mayoritario y los propuestos por la oposición.

De aceptar el nuevo esquema, el PP pondría 20 nombres y desde la oposición se fijarían los 50 restantes, algo inasumible para los populares y que parece cerrar la puerta a cualquier tipo de entendimiento que facilite el regreso de la oposición a la comisión creada por ellos mismos.