Un hombre intenta asfixiar a su hermana y la salva una asistente social al entrar al piso en Santiago

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Álvaro Ballesteros

Nada más quedar en libertad tras su detención, el agresor se saltó la orden de protección y la policía volvió a arrestarle

09 nov 2018 . Actualizado a las 01:24 h.

Un hombre de 83 años de edad y vecino de Santiago ha sido detenido por la Policía Nacional por haber intentado asfixiar a su hermana, también de más de 80 años y con la que vivía desde hacía años. Tras su arresto, no ha explicado su agresión a la mujer, que usa silla de ruedas porque tiene muy mermadas sus facultades por razones de salud.

La trabajadora de los servicios sociales que visitaba la vivienda para atender a los dos hermanos fue la que salvó a la mujer, ya que entró en el domicilio justo en el momento en el que se estaba produciendo la agresión. Se encontró con el hombre tratando de asfixiar a su hermana con una almohada. Ella, dadas sus dificultades de movilidad, estaba a su merced, por lo que la asistente se interpuso entre ambos, salvó a la mujer y dio parte a la comisaría compostelana, que de inmediato envió a una patrulla para que se hiciera cargo de la situación.

El hombre fue arrestado por un presunto delito de malos tratos en el ámbito familiar. Tras pasar a disposición judicial y declarar ante el magistrado, se decretó su puesta en libertad, aunque se dictó una orden de protección por la que se le prohibía acercarse a su hermana mientras continúa la instrucción judicial del caso.

Nuevo intento

Sin embargo, el detenido hizo caso omiso de la orden de alejamiento nada más recuperar la libertad y volvió a presentarse en el domicilio que hasta ahora había compartido con su hermana. El resultado fue que volvió a tener que intervenir la Policía Nacional y que el hombre acabó de nuevo en las dependencias de la comisaría.

La doble detención y el hecho de que el arrestado no pueda regresar a su domicilio por la orden de alejamiento de su hermana que le han impuesto plantea ahora un serio problema a la comisaría compostelana, que espera que los servicios sociales puedan resolver ingresando al hombre en un centro adecuado.