Toda España menos Galicia tiene tarifas horarias o por uso habitual de autopista

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

SANDRA ALONSO

Hasta 33 viales abaratan los peajes a quienes acumulen un número de viajes al mes

04 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El mismo día en que el Consejo de Ministros dio vía libre a la subida de los peajes en la AP-9 gallega, el Gobierno modificó la ley de autopistas de 1973 para autorizar a las concesionarias a establecer en sus peajes sistemas de descuentos, abonos o bonificaciones «con los que considere obtener el máximo aprovechamiento comercial en la utilización de la autopista». Hay que captar usuarios y hay margen para ello bajando, vino a decir el Ejecutivo, precios.

Y aunque dicha política comercial encuentra ahora reflejo normativo, se había extendido ya desde hace tiempo de tal manera en los viales de pago que en toda España existen tarifas que priman su uso en horas no punta o en temporada baja, o apoyan a sus clientes frecuentes con descuentos progresivos en función del número de veces que pasan al mes por los peajes.

En realidad, dichas posibilidades de recortar gasto en peajes existen en todo el país menos en Galicia, donde ninguna de las tres concesionarias de las cuatro autopistas existentes distingue el cobro ni en función de la hora de paso, ni de la temporada ni de si el cliente es diario o pasa por primera vez por la concesión. No lo hacen así ni el Ministerio de Fomento en las dos autopistas de las que es titular (AP-9 y AP-53), ni la Xunta en las dos que le pertenecen (AG-55 y AG-57).

Y aunque, además de en Galicia, tampoco en la AP-15 de Navarra se incentivan circunstancias similares, sí se respalda indirectamente el uso frecuente de la infraestructura, al posibilitar con la tarjeta del propio vial o el registro del dispositivo de telepeaje ahorrar un 40 % en sus peajes. 

Tarifas horarias

Las tarifas horarias, en las que las horas punta tienen precios superiores a las llamadas valle, están presentes en autopistas como las cinco radiales de Madrid; en la AP-7 en la mayoría de los tramos entre la frontera de Francia y Cartagena; en las autonómicas catalanas; en las de enlace con la A-6 de Ávila y Segovia, en las que incluso se divide el día en tres tarifas, o en los túneles vascos de la AP-8.

En otros casos se llega a hacer gratuito el uso del vial por las noches, como en la AP-8 en Santurce, en la AP-46 malagueña o en la M-12 madrileña. También existen distintos precios en días laborables o fines de semana y festivos en casos como los de las autopistas catalanas, en la de Madrid a Toledo o en los túneles de Artxanda vascos. 

Hasta un 60 % menos

Las rebajas por este tipo de tarificación horaria pueden llegar para un mismo tramo nada menos que al 60 %, como es el caso de la AP-71 León-Astorga, explotada por una empresa del mismo grupo que Audasa, o al 50 %, en la R-4 Madrid-Ocaña, si no se toma en hora punta (el precio más alto es de lunes a viernes de 7 a 22 horas y los sábados, domingos y festivos de 8 a 23 horas).

Algunas de las concesiones citadas y prácticamente todas las demás, salvo las cuatro gallegas, dan la posibilidad al usuario de rebajar su factura si utiliza la autopista un número de veces al mes. A partir de cuatro recorridos ya se obtiene un 15 % de descuento en la AP-7 entre Tarragona y Valencia, donde ese escalado puede rebajar hasta un 30 % los peajes. En la AP-1 burgalesa, también del grupo de Audasa, el descuento puede llegar al 71 % se si hacen 26 viajes al mes.

Hasta quince concesiones rebajan a la mitad la factura acumulada si se hacen entre 36 y 50 itinerarios, según los casos. E incluso hay descuentos de hasta el 20 % en función de los kilómetros recorridos al mes, como en la AP-36 Ocaña-La Roda, o se convierte en tarifa de temporada baja el paso por los peajes en verano si se supera un número de desplazamientos en varios meses, como sucede en varios tramos de la mediterránea AP-7.

Siete autopistas tienen además precios distintos según la época del año.

Existen rebajas para familias numerosas, vehículos eléctricos, rentas bajas o si van varios ocupantes

La AP-9 y la AP-53 (Santiago-Dozón) no tienen alternativa por otras carreteras que permita hacer los mismos recorridos en tiempos razonables. Por eso ninguna de las dos ofrece rebaja alguna en sus tarifas, salvo en el caso de la autopista del Atlántico, que para primar la utilización de sus cabinas sin personal gratifica con el 25 % el viaje de vuelta a los conductores que lo hagan en el día, pero con la condición de que porten el dispositivo de telepeaje.

La AP-53 no hace bonificación alguna y las otras tres gallegas solo rebajan la vuelta en el día Las autopistas del resto de España o bien cuentan con alternativa gratuita o bien con la competencia de otros medios de transporte, o la situación económica de sus usuarios ha empujado a las concesionarias a tratar de seguir siendo atractivas para los menos favorecidos. Ese es el caso de la AP-41 Madrid-Toledo, que permite sumar un 10 % de bonificación al resto de sus tarifas reducidas a quienes cuenten con rentas bajas. El mismo planteamiento hace la AP-36 Ocaña-La Roda, donde el descuento llega al 5 % para las familias con menos rentas.

La AP-41 descuenta un 10 % a conductores con minusvalías, y el mismo porcentaje a jubilados, familias numerosas y menores de 25 años, y se queda en un 5 % en la mayoría de los mismos casos en la vecina AP-36. 

Apoyo ecológico

Muy lejos están también las cuatro autopistas gallegas de tomar partido por la disminución de emisiones al medio ambiente, acción que sí es visible en las concesionarias que actúan en los viales de pago en Cataluña. La autonómica C-16 catalana contempla una rebaja total en varios tramos para los coches eléctricos, como ocurre también en la C-32 y la C-33 en la misma comunidad. La rebaja llega al 30 % en el caso del túnel de Vallvidrera para los coches de bajas emisiones.

La mayoría de las autopistas ubicadas en Cataluña rebajan entre el 30 y el 40 % las tarifas a los conductores que porten tres o más ocupantes en sus vehículos, y también en Cataluña hay concesiones que ofrecen a las motocicletas precios de peaje más baratos que a los coches, lo que los colectivos de motoristas de todo el país llevan años reclamando, sin éxito hasta ahora.

Las nueve autopistas quebradas que asumió la Administración han incrementado también su política comercial de rebajas.