Feijoo dice que la AP-9 no admite más subidas y los transportistas amenazan con protestas

J. Capeáns / J. M. PAn / C. PUNZón REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

xoan a. soler

El delegado del Gobierno mantiene que Fomento solo cumplió los acuerdos de ministros anteriores

01 nov 2018 . Actualizado a las 18:24 h.

Los conductores gallegos sufren desde ayer la doble subida de peajes que el Gobierno autorizó a Audasa para compensarle por las obras de ampliación en la AP-9 y la bonificación existente desde el 2013 en el eje Vigo-Pontevedra. La indignación generalizada ante la doble subida y las tres que llegarán el 1 de enero, y que encarecerán los peajes un 8 % en un año, va en aumento.

El presidente de la Xunta se sumó ayer a dicha corriente al afirmar que el Gobierno central debería negociar con Audasa y pagar con fondos de Fomento las obras de Santiago y Rande para evitar su repercusión en los peajes y minimizar el impacto del acuerdo firmado por el Ejecutivo de Zapatero en el 2011. Este le permite hacer subidas extras anuales de un 1 % en los próximos 20 años. Otro 1 % subió ayer por otro acuerdo entre el Gobierno de Rajoy y la concesionaria para compensarla por la gratuidad en los viajes de vuelta entre Vigo y Pontevedra, que se repetirá con alzas del 0,8 % en los dos próximos años, subida esta en cambio que no genera crítica alguna desde el PP gallego.

A juicio de Alberto Núñez Feijoo, «esta autoestrada non admite máis incrementos, porque a xente non pode pagar máis por peaxes que en combustible». Criticó además que los socialistas propusieran que, superada la crisis, Fomento se hiciese cargo del pago de las obras, cuyo importe adelantó Audasa, 195 millones de euros, pero lamentan que ahora no lo propongan. «O 1 % acumulativo é algo difícil de explicar», cree Feijoo, quien insistió en que la política de tarifas de la concesionaria «non é correcta, é carísima e non é sensible cos usuarios diarios nin ten política de descontos».

Amenaza de los transportistas

Los transportistas gallegos aseguran sentirse hartos de soportar subidas como las del combustible -por pagar por el gasoil en Galicia más que en el resto de España: ayer costaba el litro de media en Galicia 1,318 euros y 1,294 fuera de la comunidad- y ahora afrontar un encarecimiento de peajes que sitúa casi en cien euros el viaje de ida y vuelta entre Ferrol y Tui para los camiones. «Es una locura», señala Ramón Alonso, presidente de la Federación Gallega de Transporte de Mercancías. «Esta subida perjudica a todos, no solo a los transportistas, sino a las fábricas, a los consumidores, a todos», añade. Alonso se pregunta a qué se destinan los impuestos que pagan los combustibles con «la mitad de su importe» o los peajes a mayores que abonan en las autopistas. Mantiene el presidente del sector que sus asociados llevan tiempo planteándose hacer movilizaciones de protesta, y con las subidas de los peajes cree que ha llegado el momento de «hacer una advertencia seria». «Podemos decidir no movernos y dejar de transportar en algún momento o irnos todos a las carreteras convencionales, y así se bloquearía todo también», advierte.

Una postura distinta mantiene el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, para quien el Ejecutivo asume acuerdos previos. «Creo que cuando se escuchan críticas de un grupo a otro por este tema se falta a la realidad. Son acuerdos del PP y del PSOE para asumir lo que son obras de mejora en la autopista y zonas sin peaje, que afectan a Pontevedra, Santiago, O Morrazo y A Barcala» y que los usuarios de otras zonas «ayudan» a sufragar, argumentó. Losada dejó abierta la conveniencia de debatir quién debe pagar las infraestructuras, «pero mientras, lo que tenemos que hacer es cumplir la legalidad y explicar los acuerdos», zanjó.

Los tramos más caros de la autopista superarán los 17 céntimos por kilómetro con las tres alzas de enero

c. p.

Van tres subidas de los peajes de la AP-9 en lo que va de año, pero el 1 de enero llegarán otras tres. Una de las comunidades más periféricas de España soporta el encarecimiento de su principal vía de comunicación aun sin contar con alternativas viarias que permitan atravesar Galicia de norte a sur en un tiempo razonable. Galicia será dentro de tres años la autonomía con más kilómetros de peaje, una vez que se liberalicen viales de pago en Andalucía, Castilla y León, Cataluña y la Comunidad Valenciana.

La AP-9 llegará a ese momento no solo con las subidas que el IPC determine para el sector, que en enero próximo rondará el 2,3 %, sino que además, y como ocurrió ayer, registrará incrementos extraordinarios de sus tarifas para que Audasa recupere el importe de las obras de Rande y Santiago y cobre la bonificación que Fomento implantó desde el 2013 en el eje Vigo-Pontevedra. Será, como ayer, otro 1 % acumulable a mayores cada año hasta el 2038, y en el 2019 y el 2020 otro 0,8 % a mayores también.

Dicho salto extra, que en toda España registrará solo la principal autopista gallega, hará ya el próximo 1 de enero que la AP-9 supere las tarifas por kilómetro de dos autopistas de la red estatal que hasta ahora eran más caras que la del Atlántico. Son la AP-71 (León-Astorga) y la AP-7 entre Montmeló y La Junquera. Pero, además, seis concesiones pasarán a ser gratuitas en dos años, con lo que el vial que une Ferrol con Tui subirá ocho puestos en el ránking de precio por kilómetro. Serán doce las autopistas más baratas que la gallega y siete las gratuitas, pero estas últimas serán una decena a finales del 2021 si se mantiene el criterio del Ministerio de Fomento de liberalizar las concesiones cuando venzan su contratos.

Con el cambio de año próximo, el precio medio por kilómetro de la AP-9 se situará en 0,0991 euros, frente a los 0,0950 que cuesta desde hoy o los 0,0932 que valía al inicio del año.

Precios muy diferentes

La desigualdad de precios dependiendo de los tramos es sin embargo notable. Entre los principales recorridos que se pueden hacer a lo largo de los 219 kilómetros del vial, los más caros se sitúan en el sur de Galicia, y en el entorno de Vigo en concreto. La ciudad más poblada de la comunidad soporta las tarifas más altas en sus desplazamientos hacia el norte, y hacia el sur también. Cuando cambie el año, recorrer los 22 kilómetros de autopista entre Vigo y Pontevedra saldrá a 0,1773 euros por kilómetro,

3,90 en total, en lugar de los 3,75 euros en los que se fijó su peaje ayer. Otros 0,1719 euros por kilómetro costará desplazarse de Vigo a Tui, cuando ahora supone 0,1656. Por encima de ellos, claro, los 0,30 euros por kilómetro que cuesta el tramo Vigo-Redondela.

Ningún otro tramo de la autopista llega por kilómetro siquiera a 14 céntimos, desigualdad que motivó en el 2013 que el Ministerio de Fomento introdujese la gratuidad en el viaje de vuelta en el día entre Vigo y Pontevedra para los conductores de vehículos ligeros que portasen dispositivo de telepeaje. Esa gratuidad tienen que pagarla ahora todos los usuarios de la AP-9, con subidas extras al menos durante tres años.

El siguiente tramo más caro por kilómetro recorrido será en enero el de Ferrol-A Coruña (0,1389), seguido del Puxeiros-O Porriño (0,1267 euros), Vigo-Santiago (0,1195), Santiago-Pontevedra (0,116) y A Coruña-Vigo (0,1086).

Las nuevas tarifas y el cambio de accionistas no traen precios por horas ni rebajas

Uno de cada tres euros que reciben en peajes las cabinas de cobro de la AP-9 se convierten en beneficio neto para Audasa. Pese a contar con ese margen de negocio más que notable, la concesionaria de la principal autopista gallega es de las pocas de todo el Estado que no cuentan con tarifas que primen el uso del vial en horas no punta o por la noche. Tampoco premia con rebajas a los usuarios que más viajes realizan al mes. Las subidas de precios de ayer no han supuesto novedad alguna respecto a la posibilidad de bonificaciones y rebajas, como tampoco el cambio accionarial que ha registrado la empresa matriz.

En el resto de España hay rebajas ya para coches eléctricos, para los que llevan más de dos ocupantes y para parados, jubilados o personas con discapacidad.