Consuelo Madrigal: «Este mundo no es masculino, pero está diseñado por hombres del siglo XIX y XX»

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

La ex fiscala general del Estado insiste en que el acceso a los cargos de responsabilidad es uno de los principales problemas de la mujer en el ámbito judicial

04 oct 2018 . Actualizado a las 12:32 h.

Fiscala de sala del Tribunal Supremo, Consuelo Madrigal fue la primera mujer en acceder al puesto de fiscal general del Estado. En unas jornadas sobre el papel de la mujer en el ámbito judicial organizadas por la Escola Galega de Administración Pública (EGAP), Madrigal insistió en que el acceso a los cargos de responsabilidad es uno de los principales problemas de la mujer en este campo. 

-El 53 % de los miembros de la carrera judicial son mujeres, pero la foto de apertura del curso judicial es siempre la misma: todo hombres. ¿Qué no ha avanzado?

-El ascenso de las mujeres a los puestos de más responsabilidad, que es lento, paulatino y a cuentagotas, y al que muchas mujeres ni siquiera se plantean llegar porque sus carreras profesionales se ven entorpecidas por una mayor atención a la crianza de los hijos y al cuidado de los mayores. Los hombres tienen más tiempo para dedicarse a mejorar su currículo, y eso que ellas ponen más sentencias, ya que son el 53 % y ponen el 57 %. Y son más productivas pese a que cogen más permisos entre los 30 y los 39 años para la crianza de sus hijos. Pero por un lado están los estereotipos y por otro la ética del cuidado familiar, que pesa mucho más sobre las mujeres. Tenemos causas estructurales, las que se achacan a las organizaciones, y las debidas a prejuicios y actitudes, tanto por parte de la sociedad, los hombres y los equipos que deciden los nombramientos como de las mujeres, que tienen una especie de actitud heredada o imbuida y no se creen capaces de ascender. La principal causa es la conciliación y la implicación de los compañeros de todas nosotras, es decir, la corresponsabilidad, y eso lo tienen que hacer los hombres motu proprio y exigirlo las mujeres.

-Rompió esa barrera al ser la primera fiscala general del Estado: ¿halló piedras en el camino?

-He tenido suerte, primero porque entré muy joven en una carrera poco numerosa: éramos 500 fiscales entonces y tres mujeres anteriores a mí. Y por otro lado he tenido ayuda familiar y un marido que se ha ocupado mucho de la familia y me ha permitido dedicarme tanto a la fiscalía como a la docencia. Como todas las mujeres, he encontrado inconvenientes del machismo reinante, porque son los hombres los amos de este mundo que ya no es masculino predominantemente, pero que está diseñado por hombres del siglo XIX y XX, y sigue siendo dominio de los varones del siglo XX, y no de las mujeres del XXI, que espero que compartan al menos en igualdad.

-Por un lado está la interpretación que del derecho hacen jueces y magistrados, pero ¿es machista el derecho al estar elaborado mayoritariamente por hombres?

-El derecho no es tan machista, aunque sí hay leyes que responden a sociedades machistas. El derecho fundamentalmente lo que ha sido es protector de las mujeres, que estaban en una situación de enorme inferioridad. Más que consagrar desigualdades, trataba de proteger a las mujeres que estaban en una situación de total dominación, y con esta protección se consagraba la dominación y la situación de inferioridad. Hablo de leyes antiguas, pero el derecho se puede adaptar a la sociedad. Lo que está claro es que siempre va detrás de la vida, es la vida la que tiene que cambiar primero. Y el derecho va detrás de ella regulando y pacificando, pero es la vida quien tiene que moverse.