Una consagrada de los miguelianos asegura que lo único sobrenatural de Miguel Rosendo era que rezaba
GALICIA
Iria Quiñones aseguró que nunca vio al fundador de la orden realizar exorcismos ni decir que fuese la reencarnación del arcángel san Miguel
03 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.«La única facultad sobrenatural que él tenía era que rezaba, algo que los demás no hacíamos a menudo». De este modo, Iria Quiñones, una de las consagradas que están acusadas en el juicio que se sigue en Pontevedra contra la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel se refirió al principal encausado, Miguel Rosendo.
Del fundador de la orden aseguró que nunca le vio realizar exorcismos ni decir que fuese la reencarnación del arcángel san Miguel, y negó que hubiese dado la comunión o asumiese el papel de un sacerdote: «Tenía una vivencia de Dios y tenía una manera de hablar de Dios que incluso sobrecogía a los sacerdotes». Asimismo, manifestó que nunca fue testigo de ningún tipo de abuso sexual, al tiempo que cargó contra la que fue fiscala de esta congregación, quien aseguró, días atrás, que había sufrido tales abusos. A este respecto, tras remarcar que había detectado varias «mentiras» en el testimonio prestado por esta última, Iria Quiñones terminó concluyendo con un: «No me los creo».
En su larga comparecencia, que se extendió durante toda la mañana del martes hasta ya entrada la tarde, defendió la forma en la que se obraba en el seno de la orden y que no diferencia de lo que se realiza en otras órdenes religiosas católicas. «Entiendo que esto para la gente de la calle es una chaladura», llegó a apuntar en un momento de su intervención aludiendo a los sacrificios que, voluntariamente, decidió hacer para consagrarse.
En todo momento, y al igual que han venido manteniendo las defensas a lo largo de los últimos meses, Quiñones mantuvo la tesis de que el juicio es fruto de una campaña de desprestigio iniciada por un capellán y que fue auspiciada, posteriormente, por diversos sacerdotes del Opus Dei.