Un hombre de Oleiros convive durante un mes con el cadáver de su madre

Andrea Presedo
andrea presedo OLEIROS / LA VOZ

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

La Guardia Civil estudia abrir una investigación aunque la muerte fue natural

02 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Llevaban más de un mes sin saber nada de M. C. B. C., una vecina de 80 años de la calle Talagra, en Oleiros (A Coruña). Fueron los vecinos los que decidieron avisar a la Policía Local por miedo a que le hubiera pasado algo. Pero lo que menos se esperaban era que llevase todo ese tiempo muerta en la casa donde vive uno de sus hijos, Eliseo, sin que este se hubiera dado cuenta.

Los hechos sucedieron la noche del pasado sábado, momento en que los agentes recibieron el aviso de los vecinos de esta mujer, que denunciaban su desaparición. En la casa de la fallecida se personó una patrulla de la Policía Local para intentar averiguar qué le había ocurrido.

Al llegar a la puerta principal de la vivienda, los agentes intentaron llamar al timbre, pero no funcionaba. También observaron que el buzón estaba a rebosar de correspondencia y publicidad acumulada durante varios días. La situación, un tanto extraña, hizo sospechar a los agentes, por lo que decidieron acceder a la vivienda de la mujer por la parte trasera de la finca, en donde había otra puerta. Fue allí donde encontraron un timbre que sí funcionaba y al que pudieron llamar. Los recibió Eliseo, el hijo de la mujer fallecida, que explicó a los agentes que convivía con su madre desde hacía tiempo, pero que hacía por lo menos tres días que no sabía nada de ella, por lo que empezaba a estar preocupado.

Con toda esta información, los agentes le pidieron permiso para inspeccionar el interior de la casa, a lo que, el hijo accedió sin problemas.

Encontraron rápidamente el cadáver de la mujer, que estaba en una de las habitaciones de la vivienda en un avanzado estado de descomposición. Eliseo había convivido con el cadáver durante un mes, sin, según él, haberse dado cuenta.

Ni el mal olor ni la desaparición de su madre, de 80 años, le pusieron en alerta de la presencia de un cadáver en una de las habitaciones de la vivienda en la que todavía reside. Según la Guardia Civil, que es quien lleva ahora el caso, las respuestas de Eliseo fueron un poco confusas, pero están esperando a recibir los resultados finales de la autopsia para decidir si se va a abrir una investigación de este caso.

Tras un primer examen del cadáver, el forense pudo estimar que la muerte fue por causas naturales. No se observaron signos de violencia y el avanzado estado de descomposición desveló que el cadáver llevaba en la casa por lo menos un mes. En este caso, el cuerpo de la mujer aún no estaba momificado.

Al menos cuatro mayores murieron en soledad en sus casas en los últimos dos años

La muerte de esta mujer de 80 años no es un caso aislado en Galicia. Hubo hasta cuatro muertes de personas mayores en solitario en los últimos dos años. En julio del 2017 apareció el cuerpo momificado de un hombre de 90 años en Cambre, y en diciembre de ese mismo año, otro más, el de otro hombre de 86 años en Oza dos Ríos. El siguiente caso sería en Lugo, con la muerte de una mujer de 70 años el pasado mes de marzo. Y el más reciente, en mayo de este mismo año: un hombre de 70 años que llevaba muerto entre tres y cuatro meses en su casa de Betanzos.

Las cifras no engañan y es que en Galicia viven solas alrededor de 270.000 personas. Si un mayor sin familiares muere en su casa pueden pasar meses hasta que los vecinos, alertados por el mal olor, decidan llamar a la policía. Cuando lo encuentran, el cuerpo o bien está en un avanzado estado de descomposición o está momificado. El aumento de muertes de personas mayores en soledad ha hecho que los especialistas médicos propongan un censo específico de aquellos pacientes que no tienen familiares en su entorno para extremar las alertas en las consultas de medicina de familia. Solo en Santiago, cada médico de cabecera tiene en su cupo unas 60 personas en esa situación.