La Fundación Galega contra o Narcotráfico cree que la definición de organización criminal favorece a los capos

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

MARTINA MISER

La definición «desmesurada y restrictiva» del nuevo código penal  «impide que muchos capos de la droga sean condenados por este concepto»

09 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La forma en la que se define el concepto de organización criminal en el nuevo Código Penal es un problema para la Fundación Galega contra o Narcotráfico, que considera que suaviza las condenas. Una definición «desmesurada y restrictiva», asegura la entidad, que insiste en que «impide que muchos capos de la droga sean condenados por este concepto, lo que supone sustanciales rebajas en las condenas fiscales».

La fundación se pronuncia sobre este extremo tras el fallo de la sección segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra, que condenó a diez años y seis meses de cárcel a Rafael Bugallo Piñeiro, el Mulo, por el alijo de 1.245 kilos de cocaína en el Coral I en el 2015. Unos hechos por los que la Fiscalía solicitaba una pena de 13 años y cuatro meses de prisión. La discrepancia entre el tribunal y el ministerio público sobre si el encausado lideraba la organización rebajó la pena.

En este sentido, Fernando Alonso, portavoz de la Fundación Galega contra o Narcotráfico, recuerda que según el nuevo Código Penal, una organización criminal para ser considerada como tal debe reunir cuatro requisitos: ser una agrupación de dos o más personas, tener como finalidad la comisión de delitos, constituir una estructura organizativa y actuar de forma estable, es decir, con permanencia en el tiempo. «Basta la no concurrencia de alguna de estas circunstancias para que no se considere organización. Pasaríamos a la segunda figura, de menor importancia, que es el grupo criminal, sancionado con condenas mucho menores», indica Alonso, que apunta que esto es precisamente lo que está ocurriendo en muchas sentencias, «que se resuelven con condenas muy inferiores a las previstas inicialmente, precisamente por la dificultad de probar la pertenencia a organización criminal».

Así, el portavoz advierte que, si se considera que hay grupo y no organización, «los capos no pueden ser condenados por dirigir, por ser la cabeza visible y pensante de todo ese entramado criminal, evitando con ello penas más ejemplarizantes y contundentes». La fundación, que lleva esta problemática a todos los foros profesionales que organiza, lanza una advertencia: «Los narcos conocen esta debilidad legal y la aprovechan mejor que nadie para seguir organizando desembarcos de droga».