El plenario se celebrará el 27 de octubre, y las elecciones, a finales de noviembre
08 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Hacía tiempo que no se alcanzaba tal nivel de consenso en En Marea, probablemente desde que hace dos años se nombró el consello das mareas en el que nunca se vio representado el sector crítico. Pero ayer, el partido se dio una tregua y su dirección acordó, por unanimidad, el calendario de su propia renovación. En un acuerdo salomónico se pactó adelantar lo máximo posible el proceso de elecciones, pero respetando los plazos para garantizar la participación de los inscritos. El plenario será el 27 de octubre, y las elecciones al consello en la última semana de noviembre. De esta manera se garantiza, como indicó la viceportavoz Ana Seixas, «que en xaneiro esteamos en condicións de traballar para as municipais».
En la práctica, supone adelantar dos meses el proceso. No es lo que pedían los críticos, que exigían una renovación inmediata de los órganos de gobierno, pero acataron lo decidido. De hecho, el calendario se aprobó por unanimidad y, por eso, Luís Villares reconoció que habían salido del encuentro «moi satisfeitos» porque se había logrado conjugar «axilidade» y «garantías». El portavoz de En Marea subrayó, en un claro mensaje al sector crítico, que «este é o consello onde todo o mundo pode opinar».
Al encuentro acudió también Xosé Manuel Beiras, quien había respaldado la mesa pola confluencia desde la que se impulsó la petición del adelanto electoral. Beiras quiso centrar el debate en la falta de pluralidad de la actual dirección y separarlo de la guerra de nombres: «O que se xoga aquí non é se Martiño Noriega si ou non», dijo. «Tampouco o problema é Luís Villares», añadió. Y aseguró que, de lo que se trataba, era de «recoñecer que hai un problema e logo abrir un diálogo».
Como ya es habitual en el consello das mareas, la voz del sector crítico la puso Gladys Afonso, de Anova, que si bien ratificó el acuerdo para el calendario electoral, puntualizó que se debían cumplir dos objetivos: «Que no novo consello estean representadas todas as sensibilidades do espazo de confluencia» y que se garantizase la participación de todos los agentes con un proceso transparente. Admitió que había sido así también hace dos años, «o que pasa é que á hora da verdade houbo unha deturpación do proceso electoral». Afonso dijo también que «imos pedir que haxa unha participación masiva», pero cuando se le preguntó si eso significaba la inclusión de Podemos y de EU, que hasta ahora siempre marcaron distancias con En Marea, respondió que «iso haberá que preguntarllo a eles».
Elecciones europeas
El consello das mareas también puso en marcha un banco de ideas para recoger todas las propuestas de los inscritos en relación a los procesos electorales que se avecinan. Respecto a las europeas, Luís Villares indicó que se les preguntará también a las bases si quieren que En Marea concurra a los comicios, pero como se da casi por hecho que la respuesta será que sí, también se les preguntará si quieren ir en solitario «ou se buscamos alianzas con outras forzas no Estado español».
En cuanto a la situación política en España tras la moción de censura, Villares recordó al PSOE que tiene que cumplir con la agenda gallega exigida por En Marea, mientras que Beiras lamentó que Sánchez esté más preocupado «polo Ibex 35».
El acuerdo rebaja la tensión y coloca el punto de mira en Podemos y EU
Como si se adivinase el consenso, las declaraciones de los críticos antes del consello rebajaron la tensión de los días previos. El alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, expresó su deseo de que «poidamos ter un espazo político onde traballemos ao unísono e que comparta os valores fundacionais das mareas». El de Santiago, Martiño Noriega, dijo que acortar los plazos no era el objetivo, «pero algo é algo». Y Eva Solla dejó abierta la puerta a la participación de EU si había diálogo. La gran y decisiva incógnita es si EU y Podemos irán al plenario, porque podrían dar la mayoría al sector crítico.