«Las víctimas ya no están desprotegidas»

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO VIGO / LA VOZ

GALICIA

Oscar Vázquez

La oficina de atención vecinal, la primera en abrirse, sigue dando atención psicológica y asesoramiento legal a los perjudicados

06 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«Imagina que el suelo se desploma a tus pies, caer al vacío y no saber el motivo ni qué va a pasar. Tampoco qué hay debajo, qué puede caerte encima o el peso a soportar. Muchos pensamientos angustiosos en un solo instante que la memoria retiene en forma de secuelas». El relato de la psicóloga Silvia Rocha retrata el origen de muchos de los trastornos que perturban a los afectados por la catástrofe de O Marisquiño: «Principalmente, estrés postraumático y alteraciones del sueño, que se traducen en ansiedad, nervios y miedo». Silvia lo sabe bien: escucha desde el 23 de agosto a unas cincuenta víctimas del siniestro a través de la oficina de atención a los afectados que abrió, en su propia sede, la Federación de Asociaciones de Vecinos Eduardo Chao (Favec) de Vigo. De los informes técnicos se encarga un ingeniero y el despacho de abogados CEG asesora a los damnificados.

«Qué derechos tienen, qué tipos de reclamaciones pueden plantear, a quién planteárselas... Por ahora estamos en la fase inicial y las consultas son las habituales», expone el letrado Gonzalo Gesto antes de añadir: «Los afectados se interesan principalmente por la indemnización civil, y otros por la penal, que se prevé más lenta al depender del proceso abierto [juzgado número 3 de Vigo] y a la que no todo el mundo podrá hacer frente por el coste económico que implica». Otra consulta habitual pasa por el gasto que suponen la recuperación de lesiones, las operaciones o las sesiones de fisioterapia, aunque también será necesario esperar a cómo reaccionan las aseguradoras, que se prevé que acaben personándose en la causa. «En agosto, por el parón judicial, se ralentizó todo demasiado, pero ahora avanzará. Lo que esperamos, seguro, es el aumento de las denuncias de particulares», adelantan en CEG.

El éxito de la oficina vecinal de atención a los afectados caló entre las víctimas desde que abrió el día 23 (90 asistencias en la sede, más de 100 llamadas telefónicas y tratamiento psicológico y asesoría legal a 70 afectados). «Lo hicimos por la inacción del Concello, que diez días después seguía sin dar atención psicológica a los que vieron la muerte de cerca. Da igual de quién sea la culpa, había que ayudar y no lo hacían: ahora las víctimas ya no están desprotegidas», sostiene la presidenta de Favec, María Pérez. Lo cierto es que el Concello puso en marcha unos días después su propia oficina, pero sin demasiado contenido ni éxito, vuelve a denunciar la dirigente vecinal: «Muchos de los afectados llegaban rebotados a nuestra sede quejándose de que no había psicólogo en el Ayuntamiento, de que otros funcionarios a los que preguntaban les aconsejaron que recibieran un tratamiento privado o de que les pedían sus números de teléfono, les decían que los llamarían y hasta hoy». El gobierno local asegura que sí presta atención psicológica.

Heridos y política

La mayoría de los afectados son estudiantes y observan con perplejidad, mientras se recuperan, la ineficaz guerra política abierta por un accidente que casi los mata. Silvia Rocha, que dedica a estos pacientes de forma altruista cinco horas al día de lunes a viernes, es la que mejor los conoce y los trata en persona, por teléfono o a través de sus padres por el temor de los hijos a salir de casa y reconocer que arrastran un trastorno. «Para recibir tratamiento hay que estar preparado, y algunos no lo están. Muchos son emocionalmente inteligentes e intentan luchar. Lo que pasó es algo muy grave, les costará volver a su ritmo. El objetivo es que esas secuelas se borren, que ni tan siquiera sean malos recuerdos... que puedan recuperar su ritmo habitual de vida: lo contrario no sería plato de buen gusto».