Los cabecillas del último alijo de Charlín alegan que solo les une vender marisco

j.romero VIGO / LA VOZ

GALICIA

M.MORALEJO

La operación Barranca Bermejo se saldó con la detención de 22 presuntos narcotraficantes

05 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La operación Barranca Bermejo se cerró el pasado 8 agosto con el decomiso de 2.400 kilos de cocaína y la detención de 22 presuntos narcotraficantes, algunos históricos en Galicia, como Manuel Charlín Gama, pero cada uno con un rol muy concreto en la organización. Con el paso de los días trascendió que los Charlín fueron expulsados del negocio por falta de dinero, que otros arrestados cumplían rangos intermedios o que en lo más alto se encontraría, como presunto ideólogo, Paul Wouter, y como encargado de organizar la descarga, el vecino de Boiro Mario Otero. Ambos acusados, en prisión provisional, ya alegaron en su día que la relación que les une se debe a las empresas de venta de marisco que tienen por separado y que los llevó a reunirse, al menos dos veces, en Marbella para negociar ventas.

Alicia Mariela Mendoza, pareja sentimental de Mario Otero, declaró ayer, como investigada, en el juzgado que instruye la causa (número 4 de Vigo). La mujer, de origen sudamericano, reconoció haber hablado en varias ocasiones con Paul Wouter desde el teléfono de la empresa de marisco que posee Otero en Ribeira. Lo curioso es que Mendoza se refiere a dicha firma por un nombre, y en la investigación, atendiendo a información oficial, consta otro. De hecho, en dicha documentación tampoco figura Mario Otero ni en el capital ni en la escritura notarial que dio origen a la sociedad empresarial.

Mariela Mendoza también reconoció haber viajado dos veces a Marbella con su pareja sentimental para reunirse con Wouter. De la misma manera que defendió a capa y espada la finalidad comercial de ambos desplazamientos, añadiendo que en cada viaje transportó en el coche sendas neveras con muestras de almeja, mejillón y pulpo, separadas en bolsas, para entregárselas a Wouter. Más apuro pasó a preguntas del fiscal, que le leyó la transcripción de una conversación de móvil (con manos libres) en la que ella anotaba números en una hoja que tanto el juez como la Fiscalía consideran coordenadas. Ella respondió que se trataba de franjas horarias, a lo que el Ministerio público replicó que dicha versión resulta difícil de creer porque una de las anotaciones empezaba por 42, y el día solo tiene 24 horas.

Los otros dos imputados que declararon ayer son un marinero y el patrón de la embarcación Sempre Cacharelos (el marroquí Bachir Ennamich y Mario Rey Blanco, respectivamente), que presuntamente tenía que encontrarse a la altura de Oporto con el pesquero que transportaba los 2.400 kilos de coca desde Cabo Verde.