El horrible crimen que conmocionó a toda España

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

03 sep 2018 . Actualizado a las 07:23 h.

Natural de Pontevedra y taxista de profesión, Fernando Iglesias Espino tenía 41 años cuando decidió acabar con la vida de su mujer y de sus dos hijos de 18 y 12 años. «Los maté porque me pusieron de muy mala leche y me cegué», declaró el homicida durante los interrogatorios, según recogen las crónicas de la época.

Iglesias Espino intentó suicidarse tras dar muerte a sus familiares, aunque el jurado no consideró que fuera un intento real de acuerdo con las marcas que tenía en las muñecas. Lo que sí quedó probado es que Iglesias se había despedido del trabajo la noche antes, rechazando el finiquito. Pocas horas después asesinó con una herramienta cortante primero a su mujer, luego a su hija mayor y, por último, a su hijo, que entonces tenía 12 años. El crimen tuvo lugar en Gran Canaria, donde todavía lo recuerdan.