La agenda que trasladó la Xunta al Gobierno de Sánchez marcará los próximos meses

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

XOÁN A. SOLER

Feijoo pone el foco en la financiación autonómica y en evitar las asimetrías entre territorios

02 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Todo se ha movido. En los últimos tres meses, cambió el contexto político, algunos de los protagonistas de primera fila fueron reemplazados y pintan curvas pronunciadas en la proyección electoral de varios partidos. El Gobierno de antes ya no es el mismo. La llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa, con el consiguiente ascenso de Pablo Casado a la cúpula del PP, alteró de forma abrupta la escena política cuando quedan solo nueve meses para unas elecciones totales, que serán municipales, europeas y autonómicas en trece comunidades, al margen del movimiento que pueda hacer Susana Díaz con un posible adelanto en Andalucía. Y todo eso va a tener influencia en Galicia. La Xunta mira hacia Madrid, pero no de soslayo, como otras veces; ahora mira con lupa. Alberto Núñez Feijoo lleva meses moviéndose junto a mandatarios como el de Asturias o el de Castilla y León, entre otros, para evitar una dentellada con la revisión del modelo de financiación, y este marcaje al Gobierno de Sánchez va a condicionar el arranque del curso político gallego.

El foco del Gobierno gallego en las próximas semanas estará puesto en el dinero, la financiación y los presupuestos, y en combatir decisiones que puedan introducir asimetrías territoriales a nivel de Estado que aboquen a Galicia a pagar los platos rotos. Es algo que Feijoo deslizó al término del encuentro que mantuvo con Sánchez en la Moncloa a mediados de julio, al hacer un llamamiento a no utilizar la financiación autonómica «como moneda de cambio para acallar problemas identitarios», en referencia velada a Cataluña. Es una clara advertencia al presidente del Gobierno: si Sánchez acelera con alguna receta financiera a la carta para las comunidades con más deuda, Cataluña, Valencia o Castilla-La Mancha, el mandatario gallego tirará del freno de mano.

Hay elementos que apuntan ya a que la Xunta estará muy vigilante en todo lo que tiene que ver con las finanzas que pasan por Madrid. Ocurrió con los 200 millones de euros del IVA recaudado en Galicia en diciembre del 2017, que el Gobierno central no incluyó en la liquidación prevista para este año por un cambio técnico en la contabilidad realizado por el Gobierno del PP.

El IVA y la deuda portuaria

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, sofocó el incendio aireado por Feijoo ofreciendo un crédito sin intereses para compensar con 2.500 millones a las comunidades. Y desde Galicia cree haber ganado parcialmente la batalla: «Pedirnos ahora hacer un ajuste adicional de 200 millones en el presupuesto sería muy difícil de entender cuando la economía crece por encima del 3 %», apuntan desde el PPdeG.

La condonación de la deuda millonaria al puerto de Valencia es otro elemento que irrita a Galicia o Asturias, en tanto que introduce asimetría en el tratamiento de los puertos del Estado y sus obligaciones. El PPdeG ve en este movimiento un auténtico aldraxe del PSOE a Galicia y es algo que hará notar en las primeras iniciativas que se tramiten este nuevo curso en el Parlamento gallego.

La posición ante el debate de la financiación será elemento de debate del grupo de seis comunidades (Galicia, Asturias, La Rioja, Aragón y las dos Castillas) que se reunirá el 10 de septiembre en Zaragoza. Pero no será el único que esté sobre la mesa en el inicio del curso político.

La oposición en Galicia -En Marea, PSdeG y BNG- tirarán de la cuerda hacia casa para que la agenda de la Xunta y del PPdeG no se limite a hablar de cuestiones que pasan por Madrid, pues creen que puede ser una coartada para eludir las responsabilidades propias. La ralentización en la creación de empleo, los problemas que rodean a la sanidad pública y la carencia de profesionales o los déficit en materia de políticas de igualdad son asuntos que intentarán poner sobre la mesa, aunque las grandes prioridades del Gobierno autónomo son las que Feijoo llevó en la cartera a la reunión que mantuvo con Pedro Sánchez.

El foco principal está en la financiación, en tanto que condiciona todo lo demás, pero también hay otros asuntos cruciales como el calendario de las grandes infraestructuras, especialmente el AVE de conexión con la Meseta, comprometido para finales del 2019, o el traspaso de la autopista AP-9, una reivindicación gallega que siempre chocó con la negativa del PP a materializarla y que la Xunta quiere testar ahora si tiene alguna posibilidad con el cambio de Gobierno.

La negociación para la mejora del empleo público, los contratos del naval o la financiación de la dependencia son otras cuestiones que aderezarán el arranque del curso, junto a uno de los asuntos que marcó buena parte de agosto, el accidente del festival O Marisquiño, convertido ya en munición para la pelea que PP y PSOE libran por Vigo.

«Imos tentar que Feijoo non fuxa e fale do que ocorre aquí», advierten en la oposición

Los grupos de la oposición parlamentaria coinciden en interpretar que, en el arranque del nuevo curso político, el Gobierno gallego puede caer en la tentación de mirar únicamente a Madrid y erigirse en un «comentarista» de las decisiones que tome el Ejecutivo de Sánchez para no tener que hablar de sus competencias. «Pero imos tentar que Feijoo non fuxa e fale do que ocorre aquí», advirtió Xoaquín Fernández Leiceaga, portavoz del PSdeG, que cree que más allá del AVE o de la financiación autonómica, la Xunta tiene que hablar de sus propios asuntos, como los «incumprimentos do previsto no plan MOVE», el plan autonómico de infraestructuras, que no cumplió en plazo el vial de la Costa da Morte, ni el corredor de Noia, ni tampoco el VAC de la Costa Norte, apunta Leiceaga.

Tanto el portavoz socialista como la líder del BNG, Ana Pontón, y el de En Marea, Luís Villares, coinciden en apuntar que el crecimiento económico no se está traduciendo en Galicia en creación de empleo con la misma intensidad que el resto de España. «Hai menos emprego que antes da crise», subraya Pontón, que también reivindicará avances en el autogobierno y en la asignación de fondos para combatir la violencia de género.

Villares, por su parte, pondrá el acento en «esixir responsabilidades polo desastre da sanidade pública». Entiende que los recortes y la falta de profesionales está provocando problemas serios que se pusieron en evidencia en A Estrada, con el fallecimiento de un paciente que no pudo ser atendido. «E que non houbera un médico na Estrada non é culpa de Pedro Sánchez», puntualiza Villares.

Temas pendientes para el arranque

Presupuestos

La falta de referencia estatal retrasa las cuentas en Galicia

La confección de los presupuestos autonómicos, cuya tramitación debe iniciar el Parlamento gallego antes del 20 de octubre para que puedan ser aprobados hacia finales de año, es una tarea que la Xunta acostumbra a iniciar en verano. Esta vez, en cambio, todavía no informó a la Cámara, como es preceptivo, del tope de gasto que se impondrá para el año 2019. Y la razón es que a Galicia le faltan las referencias a nivel de Estado, pues no existe una referencia de techo de gasto en España, aunque el PSOE y Unidos Podemos intentan perfilarla, ni tampoco unas previsiones macroeconómicas sobre crecimiento económico o tasas de empleo para el año próximo. La demora del proceso a nivel de Estado puede retrasar el debate en Galicia, aunque desde la oposición entiende que la Xunta tiene que seguir su propio camino y presentar un proyecto presupuestario. 

Incendios

A la espera del dictamen para afinar la política forestal

En octubre se cumplirá un año de la ola de incendios que cercó de manera especial el contorno de la ciudad de Vigo causando cuatro víctimas mortales. Aquellos hechos avivaron el debate político en torno a la política de incendios y se creó una comisión de estudio en el Parlamento de la que deberían salir propuestas para mejorar la política forestal y corregir las disfunciones que pueden haber en un operativo de prevención y extinción. Dicha comisión, por la que desfilaron más de 60 comparecientes, está todavía a la espera de aprobar un dictamen de conclusiones. Y todo indica que verá la luz sin consenso político, que al fin y al cabo era uno de los objetivos que se perseguía con este órgano. El dictamen ya perfilado tendrá votos particulares de la oposición, lo que garantiza que los incendios seguirán siendo un elemento de lucha partidaria.

Sanidad

Pulso inminente por los efectos de la carestía de médicos

Hay un debate político que lleva tiempo larvándose en Galicia y afecta de manera transversal a la sanidad, la principal área de gasto de la Xunta, a la que se destina el 40 % del presupuesto. Es un debate que la oposición pretende dar a la vuelta de la esquina y que tiene que ver con la falta de profesionales médicos a varios niveles, pues afecta tanto a los servicios de pediatría en las comarcas alejadas de las ciudades, como a la atención primaria o varias especialidades. Lo ocurrido este mes de agosto en el PAC de A Estrada, donde falleció un paciente que no pudo ser atendido por la falta de un profesional médico en ese momento, fue la chispa que encendió la llama. PSdeG, En Marea y BNG no están dispuestos a pasar de puntillas sobre este asunto y esperan que la Xunta empiece el curso político dando explicaciones por este asunto.