La coordinadora no adelantará las elecciones porque «non podemos saltarnos a lei»
01 sep 2018 . Actualizado a las 09:16 h.El Consello das Mareas, el órgano de dirección del partido del que forman parte 35 miembros, se reunirá el próximo viernes, 7 de septiembre. En el orden del día figuran tres puntos: análisis de la situación política, banco de ideas para las municipales y preparación del plenario. Pero se prevé que la reunión sea convulsa, porque los críticos -que aunque en minoría también están en el consello- reclamarán lo que llevan semanas pidiendo a través de la Mesa pola Confluencia: un adelanto de las primarias para renovar la dirección, al entender que la actual coordinadora no representa la pluralidad del partido. Luís Villares, que ayer dio a conocer estos objetivos junto con Victoria Esteban y Elena Cores, es consciente de ello: «Todos somos mareantes e ese é o foro para discutir calquera cousa», en clara alusión a la Mesa pola Confluencia que la dirección del partido llegó a tildar como «aristocracia política».
Lo que descarta la coordinadora, como ya dijo en el mes de julio, es adelantar el calendario electoral. Y si bien Villares reconoció que coincidía con los críticos en que era necesario finalizar el proceso antes de las municipales, también recalcó que adelantar los plazos sería saltarse la ley, porque hay unos trámites que empiezan con la consulta a los inscritos sobre los asuntos que se van a llevar al plenario, siguen con la celebración de la asamblea y finalizan con la presentación de candidaturas para las primarias. Por eso se hará «coa maior celeridade dentro da legalidade estatutaria».
Entre esas candidaturas para las elecciones internas estará la de Villares, que se ve «con moito ánimo para seguir traballando por un proceso ilusionante, porque as razóns que nos levaron a facelo seguen intactas, logo a ilusión tamén segue intacta».
Con toda probabilidad, la suya no será la única. Habrá otra candidatura de los críticos, que curiosamente hace dos años iban en la de Villares, mientras que ahora el portavoz cuenta con el apoyo de las que entonces se presentaron como alternativa y que, entre otras razones, surgieron por la negativa de los críticos a aceptar como portavoz a su cabeza de lista.
Exigencias a Sánchez
El día 7 se analizará también la situación política en España a raíz de la moción de censura. Villares reconoció que a En Marea, cuyos cinco votos fueron fundamentales para que Pedro Sánchez se hiciese con la presidencia del Gobierno, le hubiese gustado que el «cambio» fuese más rápido y que había cierta preocupación por el riesgo de que «se ralentice». En todo caso, En Marea se presenta como «garante de que esas expectativas se cumplan», en relación a las peticiones hechas desde Galicia. A los deberes que se le pusieron a Sánchez antes del verano, Villares añadió algunos más. El principal pasa por la negociación de los presupuestos del 2019, que deberán incluir 190 millones más para Galicia. Otro asunto tiene que ver con la memoria histórica. En Marea no permitirá que se quede en la exhumación de los restos de Franco y pedirá también la devolución del pazo de Meirás. Y en cuanto a la polémica por la condonación de la deuda al puerto de Valencia, En Marea exigirá el mismo trato para Galicia, sobre todo para A Coruña.
Mandan a Casado entradas al Museo do Pobo para que conozca la diáspora
En su primera comparecencia pública tras las vacaciones, Luís Villares se refirió también a la apertura del curso político del PP, que contará hoy con la presencia de su nuevo líder en España: «Dámoslle a benvida ao flamante presidente do PP, a Pablo Casado, un racista acomplexado». El portavoz de En Marea se refirió con ese calificativo al giro en la política de inmigración del nuevo líder popular, que para Villares es incompatible con el fenómeno de la emigración en Galicia. Para que lo conozca, el juez en excedencia le mandó ayer a Casado entradas al Museo do Pobo Galego. El objetivo es que reflexione sobre la emigración desde otra perspectiva y sepa de la riqueza cultural que generó la diáspora gallega.