El Concello y O Marisquiño no aclaran si cambiaron de ubicación el concierto

Luis C. Llera / c. punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

meira paz

López Veiga atribuye a empresa y consistorio la elección y la revisión de su seguridad

22 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los dos grupos de la oposición municipal del Ayuntamiento de Vigo sospechan que el concierto de clausura de O Marisquiño sufrió un cambio de emplazamiento no previsto ni suficientemente analizado. En lugar de celebrarse en la plaza de la Estrella, la actuación del rapero Rels B se llevó a cabo en el muelle que acabó desplomado, y en el que ya se habían realizado actuaciones musicales en julio al hilo de otro festival.

Concello de Vigo y la empresa organizadora de O Marisquiño no aclaran, sin embargo, si el concierto final fue objeto de ese cambio de ubicación que la oposición apunta para poner en duda que el plan de emergencias se hubiese adecuado a un nuevo emplazamiento. Interpelado sobre ese supuesto desplazamiento del concierto, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, respondió con un «no tengo información, no tengo constancia. Se les responderá por escrito», dijo a la prensa, para concluir con un «pregúntenle a la organización y al Puerto».

La empresa organizadora del festival urbano ha declinado volver a intervenir en el debate suscitado tras el accidente, y ha limitado sus apariciones a las exigencias del proceso judicial abierto.

El presidente de la Autoridad Portuaria viguesa, Enrique López Veiga, mantiene por su parte que «son los organizadores los que toman la decisión de dónde se ubicará el concierto, y lo supervisa el Ayuntamiento, como dice la Ley de Espectáculos de la Xunta». «Lo ponen donde quieren y el plan de autoprotección es el que hace el análisis de riesgos, o debería hacerlo. Y ellos tendrían que haber supervisado con sus técnicos la adecuación del espacio», recalca. La Autoridad Portuaria mantiene que cedió a los organizadores todo el espacio comprendido entre la plaza de la Estrella y el muelle de cruceros, es decir, casi toda la fachada marítima del centro de la ciudad. «Nosotros no sabemos qué van a hacer, nos presentan su distribución y suponemos que habrán analizado todo lo que haya que analizar en este tipo de espectáculos, que no es materia ni competencia de la Autoridad Portuaria», zanja López Veiga.

El plan de autoprotección está siendo demandado con reiteración por la oposición y la misma Xunta, que asegura que no lo llegó a recibir, pese a ser la encargada de coordinar las emergencias en caso necesario en base a dicho documento.

La supuesta alteración del lugar previsto para el concierto fue objeto ayer de las exigencias de respuesta por parte del concejal del PP Diego Gago, que lanzó un ultimátum al Concello para que facilite toda la información.

Esos y otros interrogantes todavía no se pueden aclarar en la oficina municipal de información de las víctimas porque aún no está abierta. Pero el edil del PP también la pone bajo sospecha. Cree también que ese servicio de información jurídica y psicológica para los afectados del accidente «se dedicará a asesorar a los heridos en la dirección que al alcalde le interese». «Nos quedamos alucinados de que la administración que otorga la autorización para que se celebre este evento que acabó en tragedia es la que ahora se dedica a dar asesoramiento jurídico», incidió.

Gago recordó que ya ha pasado más de una semana y que los afectados y los vigueses tienen derecho a saber los motivos de este accidente que se saldó con 467 personas heridas.

Marea de Vigo reclamó por su parte el cese del presidente del Puerto por sus declaraciones en las que atribuye a O Marisquiño la responsabilidad en la inspección de la infraestructura en la que celebró el concierto. En Marea y el BNG registraron además la petición de creación de una comisión de investigación en el Parlamento. El PP se comprometió a estudiar la petición y el PSOE aún no se ha pronunciado.

Vídeo oficial de despedida dedicado a todos los heridos, con el título de «Nunca más»

O Marisquiño dio ayer por cerrada la edición del 2018 con el lanzamiento de un vídeo promocional en el que, bajo el título de No more («Nunca más»), la organización condensó en algo más de tres minutos la espectacularidad de las pruebas, el alto interés en las mismas de la ciudadanía y la plasticidad del escenario servido por las calles viguesas.

La superposición de fotografías y vídeos no dejaron lugar a imagen alguna del accidente y la colaboración de público y fuerzas y servicios de emergencia, pero el mensaje final de la misiva los tuvo, junto a los afectados, como destinatarios. «A todos los heridos del accidente y a los que nos han mostrado su apoyo y solidaridad», remata el vídeo promocional, que tampoco alude a futuras ediciones del festival de deportes y cultura urbana.

El Puerto garantiza que «por interés social» volverá a ceder espacios para el festival urbano

Pese a la crudeza con la que el Puerto de Vigo instó el lunes a la empresa de O Marisquiño a asumir responsabilidades por el accidente del día 12, el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique López Veiga, aseguró ayer que volverá a ceder espacios para que el año que viene vuelva a celebrarse el festival urbano. «Somos una administración seria y tenemos una política muy restrictiva respecto a eventos porque nos desbarata el paso de cargas, pero siempre dijimos que hay dos excepciones para ceder espacios: el Vigo Sea Fest, por estar relacionado con la pesca, y O Marisquiño, por su interés social. Y no vamos a cambiar», señala López Veiga para comprometer su visto bueno a dar un nuevo permiso para el año que viene. «Seguramente habrá que sacar conclusiones y analizar qué pasó, pero llevará su tiempo», añade.

Pese al accidente, López Veiga estima que «el puerto sigue siendo un buen sitio para O Marisquiño. Sin duda. Hay que ver detalles, cuestiones que no habíamos visto antes y que ahora se ven, por supuesto, pero son matices de una decisión que ya tiene tomada el Puerto», indicó ayer pese a sus dudas iniciales 24 horas después del desplome del muelle, cuya conservación achaca en exclusiva al Concello. «De ahí no me muevo», dice.