Podemos solo se sumará a En Marea si se crea un proyecto que «reilusione»

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Sandra Alonso

Carmen Santos pone como ejemplo los procesos previos a las elecciones gallegas

21 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Podemos se deja llevar por la marejadilla de la Mesa pola Confluencia promovida por Compostela Aberta y por el entorno del alcalde de Santiago, Martiño Noriega, pero de momento no se compromete. A la invitación lanzada desde dicha plataforma, creada para renovar la dirección de En Marea, en la que se animaba tanto a los inscritos de Podemos como a los militantes de Esquerda Unida a registrarse en el partido para sumar fuerzas y tener más votos en las elecciones internas, la secretaria xeral de Podemos Galicia, Carmen Santos, responde que todo depende de lo ilusionante que sea el proyecto: «Para nós son positivas todas as peticións de cara a construír alianzas de acordo a ideas, propostas e obxectivos que establezan bases comúns para que Podemos participe en acordos que propicien o cambio en Galicia fronte á corrupción e ás malas xestións do PP de Feijoo».

Podemos, de hecho, junto con Compostela Aberta, Marea Atlántica, Ferrol en Común, Anova y Esquerda Unida, participó en las dos reuniones que, de momento, mantuvo la Mesa para exigir un adelanto de las elecciones del Consello das Mareas y renovar una dirección que ahora -dicen sus promotores- no representa la pluralidad de En Marea. Pese a ello, Carmen Santos recuerda que «a fonte de lexitimidade en Podemos son as nosas inscritas, e estas participan cando se ilusionan e ven un obxectivo claro». Según ese principio, «as nosas inscritas participarán masivamente se existe un novo obxectivo, ou novo marco, que as reilusione de novo, como un gran acordo programático de modelo territorial, de modelo social e de país, que as mova a participar de xeito maioritario».

Santos pone como ejemplo los procesos previos a las elecciones autonómicas del 2016, cuando Podemos y una En Marea en proceso de formación llegaron a un acuerdo para concurrir juntos a las elecciones. Esos tiempos parecen quedar ya muy lejos, no en vano fue la propia Carmen Santos la primera en decir que el modelo de partido instrumental no era válido y pidió que se retornase a la coalición de partidos, más cerca de Alternativa Galega de Esquerda (AGE) que de En Marea.

La invitación de la Mesa pola Confluencia iba dirigida también a Esquerda Unida, pero la formación que lidera Eva Solla no quiso, de momento, manifestarse al respecto.

Los críticos de En Marea esperan que se adelanten las elecciones, ya que no están de acuerdo con que la renovación de la dirección se haga en enero, a tan solo cuatro meses de las municipales. Pero el portavoz de En Marea, Luís Villares, les lanzó un jarro de agua fría el domingo, cuando en una entrevista en la Radio Galega mantuvo su voluntad de respetar el calendario del proceso: «Os estatutos son os que marcan o noso camiño», insistió, en línea con la postura que mantuvo hasta ahora la coordinadora, contraria a las presiones de los críticos, a los que llegó a calificar como «aristocracia política».

Todo depende de lo que decida el Consello das Mareas cuando se reúna en septiembre y fije las fechas, pero, si no acelera el calendario, los críticos ya amenazaron con un revocatorio en el plenario.

La clave está en la inscripción para el próximo plenario

Cuando el Consello das Mareas convoque las elecciones internas y el plenario, se sabrá si el órdago de los críticos surte efecto, porque para que sus tesis se impongan se tendría que inclinar el censo a su favor. Un censo que, desde hace un año, se mueve en torno a los 2.400 inscritos, sin muchas altas ni muchas bajas. Entonces Podemos sí deberá decidir si aconseja a los suyos que se inscriban en En Marea. Y también Esquerda Unida.