La Guardia Civil estudia cerrar gran parte de los 200 cuarteles que tiene en Galicia

José Manuel Pan
josé manuel pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

JOSE PARDO

Concentraría los recursos y algunos puestos seguirían abiertos, pero en horas de oficina

21 ago 2018 . Actualizado a las 07:30 h.

La concepción actual de cuartel de la Guardia Civil va a desaparecer en un corto espacio de tiempo. Los altos mandos del instituto armado trabajan en el diseño de un plan para redistribuir la extensa red de puestos existentes en España y que en Galicia afectará a los más de 200 acuartelamientos que se distribuyen por las poblaciones rurales de la comunidad. Se trata de concentrar los recursos humanos y materiales existentes para ofrecer un servicio más eficiente de la forma que menos afecte a los ciudadanos y que, en todo caso, garantice la seguridad en cada núcleo de población.

La Guardia Civil ha tenido desde su creación una fuerte implantación rural, con puestos en zonas escasamente pobladas. Sobre todo, primaba la presencia. Pero ese modelo está cambiando y en muchas zonas de Galicia ya se ha ido implantando poco a poco el nuevo esquema de trabajo, con el reagrupamiento de los medios humanos y materiales en cuarteles más modernos que actúan a modo de puestos principales, mientras que los pequeños puestos se han ido quedando sin actividad operativa y han cerrado sus puertas. «No se trata de cerrar cuarteles, sino de optimizar los recursos existentes sin que el ciudadano se vea perjudicado», explican fuentes conocedoras de ese plan de redistribución, que aseguran que la Guardia Civil seguirá manteniendo su presencia en la amplia zona rural de su competencia mediante las patrullas de vigilancia, coordinadas desde un centro operativo en el que se atienden todas las incidencias que se produzcan.

No es un proyecto nuevo. En la etapa del gallego Arsenio Fernández de Mesa al frente de la Guardia Civil ya se analizó un plan de redistribución de cuarteles, parte del cual quedó finalmente sobre la mesa. Ahora, parece que se está retomando aquella propuesta, aunque con determinadas actualizaciones. Algunas fuentes dan por hecho que el plan se llevará adelante más pronto que tarde «porque no tiene sentido mantener la estructura actual, con una guardia vigilando la puerta de un cuartel cuando podría estar haciendo tareas de seguridad ciudadana de forma más eficaz». En la actualidad ya hay cuarteles con horarios de atención al público y que están cerrados por la noche, «aunque la zona nunca está desatendida porque las patrullas se coordinan a través de la central del 062 y siempre están en donde se las necesita», explican las fuentes consultadas. Además, la redistribución solo se hará en puntos que cuenten con varios cuarteles en una misma zona y separados por pocos kilómetros. En el plan con el que trabaja la Guardia Civil se contempla incluso que en los pequeños puestos existentes se mantenga un servicio de atención al público para denuncias y otros trámites, pero con un horario de oficina. Esos puntos de atención ciudadana dependerán de un puesto principal, situado en una localidad cercana y desde el que se establecerán los servicios. El funcionamiento sería similar al de la Policía Nacional en las ciudades, que no tiene una oficina en cada calle, sino que coordina los servicios desde una comisaría y llega a cualquier punto de una ciudad.

Si el plan se lleva a cabo tal como está diseñado, en Galicia la medida afectaría a aproximadamente la mitad de los puestos existentes, en los que no hay un mínimo de agentes para considerar eficaz el servicio que se da a la población. Algunas fuentes hablan de que la Guardia Civil considera que ese mínimo debe rondar los veinte agentes para poder organizar las plantillas y los turnos de trabajo de manera eficiente.