Galicia, una comunidad en la que la tierra suele temblar

Olga Suárez Chamorro
Olga Suárez REDACCIÓN

GALICIA

La provincia de Lugo, pero también la de Pontevedra, se encuentra en un triángulo donde se producen pequeños terremotos

21 ago 2018 . Actualizado a las 18:51 h.

«Galicia es una zona propicia para los terremotos». Esta afirmación de José Ramón Vidal Romaní, director del Instituto Universitario de Geología, no sorprende a los vecinos de localidades lucenses como Monterroso, Baralla, Triacastela o Becerreá, pues se trata de una zona con una actividad sísmica común. El último movimiento que les ha despertado ha tenido lugar esta misma madrugada, con una magnitud de 3,5 en la Escala Ritcher, algo superior a los ocurridos antes, pero sin riesgo.

El pasado mayo le tocó a Ponte Caldelas; la tierra tembló en la localidad pontevedresa hasta en 32 ocasiones, pero en magnitudes pequeñas. El más fuerte fue de 3,2 y se dejó sentir en Pontevedra, Marín y Barro. Vidal Romaní, explicaba entonces en una entrevista que los terremotos se producen donde la litosfera está fracturada o fallada. «Todo lo que es el borde norte del mar Cantábrico, en lo que afecta a Galicia, hasta llegar más o menos a Triacastela y Sarria, esto se mete hacia el sur siguiendo una zona que se llama la depresión de Ourense, que es donde está el Miño. En Celanova vuelve a reorientarse la cordillera Cantábrica hasta que sale en A Guarda o Viana do Castelo. Esta zona es la que se puede mover más que cualquier otra porque es donde están las fallas más activas».

El terremoto que recuerdan todos los gallegos, a pesar de los años que han pasado, es el que tuvo lugar en la madrugada del 22 de mayor de 1997. Fue el mayor registrado hasta el momento en el noroeste de España y tuvo su epicentro en el triángulo Becerreá-Sarria-Triacastela. El movimiento sísmico se registró con una magnitud de 5.1 y llegó acompañado de 400 réplicas, 81 de ellas superiores a magnitud 2.

Este movimiento natural de tierra provocó nervios y noches sin dormir entre la población, aunque no tuvo consecuencias graves; pero sí supuso un antes y un después para el Instituto Geográfico Nacional que anunció entonces la colocación de 40 estaciones sísmicas en Galicia, que permiten desde entonces obtener una información más precisa del interior de la tierra.

Registros históricos

Los registros históricos constatan que es en primavera cuando se han producido más temblores de tierra en Galicia. El terremoto más antiguo registrado en Galicia tuvo lugar en Monforte en mayo de 1604; un temblor de tierra del que quedó un singular testimonio escrito que es considerado como el registro más antiguo de este tipo que se conoce en Galicia. En el catálogo histórico de seísmos del Instituto Geográfico Nacional, la mención más antigua que aparece en el territorio gallego es la de uno que se produjo en Lugo dos siglos más tarde, el 7 de abril de 1804.

Y la tierra seguirá temblando suavemente en Galicia. De ello está convencido el director de la Red Sísmica Nacional, Emilio Carreño, que explicaba en una entrevista a Europa Press que «se debe a pequeñas fallas activas que se van cargando de esfuerzos y, de vez en cuando, se relajan». En el 20 aniversario del terremoto más grande que vivió Galicia, hablaba del triángulo sísmico gallego para explicar dónde se encuentran dichas fallas: «En dirección Norte-Sur y paralelas en la provincia de Lugo, que es donde están concentrados los epicentros de todos los movimientos sísmicos. Justo el mismo lugar donde esta madrugada la tierra ha temblado una vez más.