Así fueron las últimas horas antes del abordaje en alta mar: averías, demasiada droga a bordo y cambio de planes

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Policía Nacional / La Voz

El Titán Tercero era el remolcador que traía más de 2,5 toneladas de cocaína hasta Galicia. Desde alta mar su capitán avisó de que era más droga de la prevista y había que cambiar el plan

09 ago 2018 . Actualizado a las 20:54 h.

Los narcos llevaban muchos meses organizando esta descarga pero la Policía Nacional les seguía la pista desde hacía al menos un año. A principios de agosto la fecha programada se acercaba y las comunicaciones se multiplicaban. El plan inicial era trasvasar la droga (entre 2.500 y 2.700 kilos según los investigadores) desde el remolcador Titán Tercero a lanchas rápidas con las que acercarían la cocaína a tierra. 

Pero el plan tuvo que cambiar. Lo hizo ante la atenta mirada de los agentes del GRECO Galicia que decidieron actuar en ese momento por la seguridad de la investigación. 

El 30 de julio Pedro Rodríguez, armador y capitán del Titán Tercero llamó a tierra desde su teléfono satelital. Había zarpado de Vigo con su remolcador el 3 de junio y desde el principio su contacto telefónico había sido Mario Otero, el hostelero ahora detenido. Pero en esta ocasión no pudo hablar con él. Contestó el teléfono su pareja, Alicia, otra de las ahora detenidas y fue a ella a quien le dio las coordenadas previstas para el encuentro en alta mar. En ese momento ya avisó de que navegaba con más mercancía a bordo de la que le habían dicho.

Dos días después, el 1 de agosto, desde el Titán Tercero, Pedro vuelve a llamar a Mario y le confirma que no puede hacerse la descarga de la forma acordada previamente: a bordo lleva más droga de la prevista, toca cambiar el plan y descartar las lanchas semirrígidas. «¿Por qué? Porque ya tú sabes que viene bastante más» insiste Pedro desde alta mar. 

En ese momento optan por el plan b, un pesquero. Eligen para ese traslado final a uno de los habitualmente realiza su trabajo legal en las aguas fronterizas entre España y Portugal. El Siempre Cacharelos fue el contratado. A bordo, irían tres personas. 

El 6 de agosto vuelven a hablar por teléfono y en esta conversación el hostelero de Boiro y el capitán del remolcador marcan el día y la hora en la que se encontrarán las dos embarcaciones en alta mar aunque ya le advierte que de nuevo hay problemas. Ahora es el mal tiempo el que los está obligando a ir más despacio de lo previsto. 

Esa misma tarde del 6 de agosto, el Titán Tercero se quedaba a la deriva por algún problema mecánico. Los agentes del GRECO decidían en ese momento actuar cuanto antes y proceder al abordaje del remolcador. Eran las 2.50 horas del día 7. A bordo cuatro tripulantes: Pedro Rodríguez, otro español y dos senegaleses que ya conocen su futuro a corto plazo: ingresarán en prisión en cuanto toquen tierra después de prestar declaración ayer ante el juez a través del teléfono satélite. 

No era el único barco asaltado. Cuado navegaba hacia el punto acordado, el Sempre Cacharelos también era abordado por los agentes de la Policía Nacional en colaboración con Vigilancia Aduanera. Sus tres tripulantes eran detenidos «al estar en plena connivencia con la organización que les había encomendado el trabajo». 

Con la operación, que sigue abierta, la Policía da por desarticulada una de las más importantes organizaciones criminales dedicadas al tráfico de drogas a través de las costas gallegas. Destacan los agentes que se ha actuado contra los organizadores, transportistas y alijadores en tierra. Algunos de ellos, recuerdan, protagonizan la historia del narcotráfico de los últimos 40 años.