La falta de testigos frena la investigación sobre el delito patrimonial en Santiago

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

Dan por concluida la limpieza de la estatua, intervenida por segunda vez, que se someterá a revisiones periódicas

09 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

No está resultando fácil seguir la pista al autor del delito patrimonial en Santiago. Al escaso número de cámaras de videovigilancia operativas en el entorno de la catedral compostelana y la inexistencia de imágenes concluyentes con las que seguir el rastro al responsable de pintar símbolos de un grupo musical sobre una escultura de principios del siglo XII de la fachada de Praterías, se añade otro contratiempo que está dificultando la investigación abierta por la Policía Nacional, en coordinación con el Ayuntamiento. Y es que, a pesar del llamamiento a la colaboración ciudadana para informar de cualquier detalle que pueda arrojar luz sobre lo sucedido, no hay por ahora testigos de los hechos.

Los investigadores siguen comprobando cada pista obtenida en los últimos días. Entre ellas, están varias llamadas alertando de la existencia de otras pintadas en la ciudad supuestamente relacionadas con la banda Kiss. Pero, a pesar de la buena voluntad de los informantes, no se han encontrado elementos que las relacionen con el acto vandálico cometido en la madrugada del lunes en el exterior de la catedral. Incluso se está comparando con la base de datos que tienen las autoridades de los grafitis de la zona. Los esfuerzos por que no quede indemne el agresor están siendo muchos y la investigación sigue en curso.

De momento, no se puede descartar que haya sido una ataque individual o en grupo. Se sospecha, eso sí, que fue alguien que no reside en Santiago, aunque es una conjetura. Falta ahora que los conservadores aporten a la investigación datos sobre los daños y circunstancias de la pintada.

Sin rastro de la tinta azul

Al margen de las pesquisas para encontrar al autor del acto vandálico, la vida sigue su curso en Praterías. Allí, la estatua ultrajada se ha convertido en una parada más que ver entre los turistas y los propios vecinos que se acercan a la basílica. Los que ayer se dejaron llevar por la curiosidad no encontraron rastro de la tinta azul en la columna de mármol.

Los restauradores y técnicos de patrimonio realizaron, a primera hora de ayer, una segunda intervención sobre la escultura afectada, con la que se consiguió eliminar casi por completo los restos de coloración que no se habían podido borrar en la primera actuación.

Para eso se emplearon las mismas técnicas que en la reparación inicial. Aplicando de nuevo papetas de disolvente y uno de los láseres que se utilizó en la restauración del pórtico de la Gloria, desaparecieron prácticamente todas las marcas realizadas -presumiblemente con un rotulador azul de punta gruesa- sobre la fachada de Praterías. Con ello, se dieron por concluidos los trabajos de limpieza en la figura, según informó la Fundación Catedral.

Bajo control

Durante la jornada de hoy se procederá a retirar la valla protectora que cubría la zona dañada, aunque se prohibirá tocar la escultura en cuestión mientras no se consolide el tratamiento realizado. Para evitar la tentación, se instalará un cartel advirtiendo que está vetado cualquier tipo de contacto.

A pesar de dar por finalizada la limpieza, se realizarán revisiones periódicas para comprobar la evolución de la obra y si reaparecen los pigmentos azules en ella. El resultado de estas evaluaciones determinarán si se hacen más intervenciones, aunque los técnicos insisten en el riesgo que existe de dañar la estructura con una nueva actuación.

La Unión Federal de Policía critica la supresión de la unidad de intervención por las noches

La Unión Federal de Policía (UFP) ha denunciado la supresión del dispositivo especial que prestaba la unidad de intervención UIP por las noches en Santiago, coincidiendo con la época estival. El sindicato lamenta que «las carencias y recortes en materia de seguridad pública» hayan tenido como consecuencia que la ciudad carezca de este refuerzo entre las 21 y las 10.15 horas del día siguiente, de modo que el equipo movilizado ya no trabaja en régimen permanente.

Consideran que la decisión de no establecer la comisión de servicio permanente para la VIII UIP por segundo año consecutivo juega en contra de la seguridad en la capital gallega. Incluso relaciona la UFP el acto vandálico en la fachada catedralicia de Praterías con «la sensación de falta de impunidad o de escaso control y seguridad policial a partir de ciertos horarios».

«Gasto y pérdida de tiempo»

El sindicato critica, asimismo, una resolución que implica «escatimar los recursos de seguridad», además del «gasto y pérdida de tiempo» que conlleva para los profesionales de la unidad el desplazamiento desde la capital gallega hasta sus bases cada día, tanto al anochecer como en la jornada siguiente para volver.

La UFP reclama la recuperación del carácter permanente de la VIII UIP durante los meses de mayor afluencia de visitantes a Santiago, pues considera necesario un servicio 24 horas «para evitar las consecuencias que hemos visto estos días, donde cualquiera puede acceder y deteriorar, destruir o realizar cualquier acto vandálico. No queremos llegar a imaginar otro tipo de actos relacionados con el terrorismo vigente». Sin la unidad especial, la vigilancia por las noches queda en manos de los turnos habituales de la Policía Nacional y Local.