Así han cambiado las olas de calor en los últimos cuarenta años

Xavier Fonseca Blanco
x. fonseca REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

06 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera asociados a la actividad humana está provocando un aumento de la temperatura media del planeta. Desde la Revolución Industrial ha aumentado ya un grado. El clima está cambiando y esto tiene consecuencias en el tiempo, que tiende hacia los extremos. Esto es algo que se aprecia en Galicia. La comunidad gallega siempre ha sido la puerta de entrada de las borrascas que se mueven por el Atlántico, algo que explica por qué llueve tanto. Sin embargo, cada vez se producen con más frecuencia intensos períodos secos. El último estuvo a punto de obligar a activar la alerta por sequía. Pero el pasado diciembre algo se movió en la atmósfera y la situación cambió radicalmente. Llegó la lluvia y el frío y hasta hace pocos días aún estábamos pagando las consecuencias. La mala racha de días inestables de este verano representa en parte una herencia tardía del invierno y la primavera que hemos tenido. Y de pronto llega una ola de calor que ha dejado registros de 46,8 grados en la Península.

Las olas de calor ya no son las que eran. Esto es algo que se puede observar perfectamente en los mapas. El de la izquierda muestra un episodio de altas temperaturas registrado en el verano de 1976. Por entonces, las olas de calor eran fenómenos locales. Las temperaturas que se registraban podían ser muy elevadas pero quedaban restringidas a un zonas concretas. En el mapa de la derecha, por el contrario, se puede apreciar qué significa que esté aumentando la temperatura media de la Tierra. Las olas de calor se suceden cada año con más intensidad y además son eventos que aparecen por todo el mundo.

Los modelos que maneja la comunidad científica predicen que la temperatura media todavía tiene margen de ascenso si la emisión de gases como el dióxido de carbono no cesa. Antes de finalizar este siglo podría aumentar hasta cuatro grados. Con ese incremento, el clima se parecería muy poco al que tenemos ahora mismo. En un mundo tan cálido las olas de calor serían cada vez más frecuentes e intensas y las temperaturas más elevadas. Estos días se rozaron en la provincia de Ourense los 44 grados. Cuesta imaginar cuánto más pueden subir los termómetros en Galicia en un mapa coloreado todo de rojo.