«Cada vez es más frecuente que la FP exija notas altas, y no solo en sanidad»

Sara Carreira Piñeiro
sara carreira REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

SANDRA ALONSO

Sopesa ampliar la oferta de formación profesional hacia el sector de la madera, el textil y la mecatrónica

22 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La FP en Galicia está «muy bien», tanto que este mes se ha sabido que en casi una decena de ciclos superiores se exige que los alumnos tengan media de notable en el bachiller, que además es el científico. Y hay una lista de espera de 700 estudiantes para entrar en los ciclos de educación infantil. Este auge sostenido de la FP es uno de los pilares educativos de Galicia, y ahora parece que confluye con el Gobierno central, que ha llevado la formación profesional al nombre del Ministerio de Educación. Manuel Corredoira, director xeral de FP y experto conocedor de la etapa (fue entre otras cosas jefe de estudios en el IES de Someso), cree que es un momento dulce pero exigente.

-¿Hay grados de FP con más éxito que algunas carreras universitarias?

-La FP lleva años con una alta consideración por parte del alumnado, especialmente en la rama sanitaria. En esta se dan dos circunstancias: por una parte, estudiantes que quieren tener un acceso rápido a la empresa y, por otra, alumnos que quieren mejorar la nota media después de un bachiller no lo suficientemente alto como para entrar en algunas carreras. Como tiene mucha demanda, casi todos los que entran tienen notable.

-¿Es habitual esta exigencia?

-Cada vez más frecuente y no solo en la rama sanitaria. Ocurre en algunos ciclos de informática, educación infantil, integración social, laboratorio de análisis (de la familia de química) y algunos títulos de imagen y sonido.

-Los institutos, sobre todo los integrados (CIFP), con solo FP, funcionan además como una agencia de empleo.

-Por dos vías: el vivero de emprendimiento, que atiende a sus alumnos y a alumnos de otros institutos cercanos, y a través de la formación dual, en las empresas.

-¿Está cambiando el modelo de formación de los trabajadores?

-La FP siempre ha sido muy próxima al mundo del trabajo, y con la formación dual esto se potencia. La de la formación profesional es una transformación silenciosa.

-A la que hay que unir los programas internacionales. En una gran parte de los centros hay oferta de Erasmus Plus.

-Antes, Erasmus era puramente universitario y en FP estaba el programa Leonardo. Pero se han fusionado en Erasmus Plus y creo que ha sido una medida muy positiva. Generan una dinámica que favorece la visibilidad entre el alumnado: la internacionalización es cada vez mayor.

-¿Tiene Galicia oferta de todos los ciclos y todas las familias de FP que hay en España?

-De todos los ciclos seguro que no. De las familias nos faltan dos, porque no ofrecían cursos atractivos o no están implementadas [efectivamente, en Arte y Artesanía solo hay un título, técnico superior Artista Fallero; y en industrias extractivas hay dos, Excavaciones y Sondeos, y técnico en Piedra Natural]. El ministerio ha iniciado un proceso de renovación de títulos, que debería hacerse cada cinco años y en algunos casos hace una década que no se renuevan.

-¿Cuál es la apuesta de Galicia?

-Nosotros intentamos actualizar la oferta cada año, y con el currículo gallego nos permite adaptarnos mejor, pero es cierto que hay profesiones nuevas que no tienen título oficial. Supongo que la familia que necesita una revisión es informática. Creo que nos hace falta alguna titulación nueva en el ámbito forestal.

-¿Por ejemplo?

-Necesitamos técnicos en la elaboración de los primeros productos de aserrado. No en el monte, sino en fabricación. En Galicia tenemos Forestal y Carpintería, pero nada intermedio.

-¿Se plantea la Xunta aumentar la oferta en las titulaciones con más demanda?

-Hay que jugar con los factores: por una parte, no cercenar los intereses de las personas, pero sin abrirse a todas las plazas que se solicitan si eso va a colapsar el sector. Tenemos que adaptarnos, porque hay profesiones que han ido a menos, como la construcción, y la oferta se redujo de forma moderada, y otras que han crecido mucho, como la mecatrónica industrial. Seguramente este ciclo sí tendremos que ofrecerlo más.

-Todos los ciclos son de dos años. ¿Queda alguno de un curso?

-Sí, el de Cuidados Auxiliares de Enfermería, un ciclo medio de 1.400 horas. Es una titulación que queda de la Loxse y la regulación depende de Sanidade.

-¿Galicia está bien en España en cuestión de FP?

-En general, creo que muy bien. Hay una alta permanencia en el sistema. Por ejemplo, de los 51.000 alumnos de FP, unos 13.500 son profesionales que están trabajando y que se reciclan matriculándose por módulos [asignaturas]. Algunos lo hacen como una actualización, como formación continuada, y otros para cambiar de sector.

-¿Y en la FP dual cómo le va a Galicia? Dicen que este sistema es bueno cuando hay grandes empresas, y esas en la comunidad no abundan.

-Tenemos que adaptar el modelo al tejido empresarial, y en Galicia hay mucha pequeña empresa, que por otra parte es algo habitual en España, al margen de las grandes compañías de Madrid o el País Vasco. Nosotros estamos muy centrados en potenciar la FP dual, adaptándonos a los grupos de empresas, animando al empresariado a que pruebe este sistema. Hasta ahora hemos dado pequeños pasos, pero muy firmes: todas las experiencias que se han llevado a cabo han sido muy bien valoradas por las empresas. Vemos que la formación dual es más fácil en la industria y algo más dificultosa en el sector social, pero se trata de adaptarse. Este año se ha ampliado al sector textil, y promete ser muy interesante.

-Todo el mundo alaba el funcionamiento de los centros integrados de FP (CIFP).

-Ahora hay una veintena de CIFP, que ofrecen el 40 % de las plazas de FP de Galicia. Son todos una referencia para sus sectores y territorios y, aunque es cierto que puede haber alguno más, la planificación de la educación está muy asentada, muy medida.