Tirón de orejas por los imprevistos para transferir créditos y por el descontrol de tesorería en cuentas bancarias

La Voz SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

SANDRA ALONSO

21 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El informe que fiscaliza la cuenta general de la Xunta vuelve a poner el foco en el uso excesivo del programa de imprevistos y funciones no clasificadas, un mecanismo puente que, según Contas, permite a la Administración hacer transferencias de crédito que, bajo otra fórmula, están prohibidas por el marco legal. De ahí que reclame medidas legislativas y un mayor control parlamentario para evitar el uso abusivo de este mecanismo.

El organismo, en este sentido, recuerda que la normativa también impide «aplicar los sobrantes de los créditos en las distintas consellerías a la financiación de la partidas deficitarias a lo largo del ejercicio».

Menor gasto desplazado

La reducción del gasto farmacéutico ha permitido también a la Xunta bajar el llamado desplazamiento de gasto. Esto ocurre cuando el presupuesto se agota y hay que afrontar nuevos gastos que no se computan, lo que supone una forma de maquillar el déficit. El desplazamiento de gasto, por ejemplo, se situó en el 2016 en casi 160 millones de euros, la cifra más baja en cuatro años, y casi la mitad de la que se contabilizó en el 2013.

Menos modificaciones

El informe del año 2016 de la cuenta general constata algunas mejoras de gestión en relación a otros años, sobre todo en lo que concierne a las modificaciones presupuestarias, cuyo importe neto se situó en 422,3 millones de euros, la cifra más baja de los últimos cinco ejercicios y un 45 % menos en relación al ejercicio anterior. Sin embargo, el organismo lanza una advertencia. «En todo caso, las modificaciones presupuestarias, en la medida en que suponen una alteración de los principios presupuestarios de competencia, anualidad y especialidad de los créditos, se configuran como instrumentos que la ley solo permite dentro de unos límites reglados y justificados», sostiene.

Cuentas descontroladas

En uno de sus informes de fiscalización, Contas reprende a la Xunta porque el tesoro autonómico no ha desarrollado un sistema que permita disponer de información sobre el número y condiciones de las llamadas cuentas bancarias de habilitación, que son las que utilizan, por ejemplo, los centros educativos de la Xunta para financiar sus gastos. «Su saldo, con un importe conjunto de, por lo menos, 14 millones de euros en todos los ejercicios, sigue sin recogerse en la contabilidad financiera de la Administración general», dice el informe. Contas recomienda un registro de cuentas en las que se incluyan todas.

Luces rojas en Xestur

El organismo fiscalizador vuelve a dedicar un informe a la llamadas entidades instrumentales. Y advierte que, aunque se han reducido los chiringuitos, se ha recortado en aquellos que manejaban menos del 1 % de los fondos. En definitiva, que el tamaño del sector instrumental no ha decrecido al haberse creado otras agencias nuevas. En total, gestionan 1.609 millones de euros. Contas enciende la luz roja, sobre todo, en Xestur, cuya solvencia ve comprometida con una deuda financiera de 124,4 millones de euros, una situación que se corrige con las inyecciones de capital por parte de la Xunta. También advierte que los fondos de capital riesgo de la Xunta acumula unas pérdidas por insolvencias y deterioro de inversiones que ascienden a 148,8 millones.