Villares y Noriega recaban apoyos para intentar imponer sus tesis en el conflicto abierto en En Marea

m. b. SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

SANDRA ALONSO

21 jul 2018 . Actualizado a las 23:55 h.

El conflicto abierto en En Marea, con un sector que cuestiona la pluralidad de la dirección y otro oficial que defiende el statu quo, ha empezado a desencadenar los primeros movimientos para medir las fuerza de las partes. Martiño Noriega, líder de Compostela Aberta, la organización que ha lanzado el pulso contra un aparato que ve controlado por un sector minoritario, ya tiene garantizado el apoyo para lanzar su mesa de confluencia, la iniciativa ideada para que el partido, a nivel gallego, refleje la misma pluralidad que muestran las mareas locales, germen del nacimiento de las llamadas candidaturas de unidad popular.

De hecho, esta misma semana Compostela Aberta ha cerrado una ronda de reuniones bilaterales. El lunes se produjo el encuentro con Podemos, el martes con Esquerda Unida, el miércoles con Anova y, ayer mismo, con Ferrol en Común. En todas las reuniones obtuvo la respuesta esperada: respaldo unánime para lanzar una iniciativa que la dirección de En Marea calificó como consejo de notables y aristócratas.

Un paso más

Compostela Aberta tiene pendiente la reunión con Marea Atlántica, que deberá debatir internamente una propuesta que el propio Xulio Ferreiro llegó a calificar de discusión «bienintencionada».

El objetivo de la organización que lidera Martiño Noriega es que la primera reunión de la mesa de confluencia se celebre el 30 o el 31 de este mes, lo que supondría todo un desafío a la dirección de En Marea, que sigue defendiendo que la composición actual de los órganos respeta, escrupulosamente, los principios fundacionales del partido, que se constituyó a finales de julio del 2016.

Noriega ya dejó claro en su día que su iniciativa no iba contra la figura de Luís Villares, sino contra el grupo que controla el aparato, en clara alusión a Cerna. Una situación de desequilibrio que, tal y como reconoce el alcalde santiagués, obedece a la falta de implicación de los actores de En Marea. Y de ahí su llamamiento a todos a participar: a Esquerda Unida, a Podemos y a las mareas locales.

Por otra parte, ayer mismo la plataforma ciudadana Lugonovo, marea que cuenta en la actualidad con tres concejales en la corporación municipal, firmó un protocolo de colaboración con En Marea. Se trata, tal y como lo definen las partes, de un documento que «rexerá a concorrencia conxunta» de ambas siglas en las elecciones municipales del 2019.

Referencia común

Las dos partes oficializan así una dinámica de cooperación y que, según exponen, es norma cotidiana desde la fundación de En Marea. Desde entonces, han sido constantes los posicionamientos públicos comunes de los dos espacios, como referencia local y general de un proyecto unido.

A la firma del protocolo acudieron la portavoz de la plataforma, Cristina Pérez; la concejala y viceportavoz de En Marea en Lugo, Victoria Esteban, y el portavoz parlamentario de la formación, Luís Villares, líder del partido.

Una crisis que tiene su origen en la marea paralela de Ferrol

La crisis abierta en En Marea como partido tiene su origen en Ferrol. El apoyo de miembros de la dirección (afines a Villares) a una marea alternativa a la liderada por Jorge Suárez encendió todas las alarmas, sobre todo en Santiago y A Coruña, que temen que tensiones de este tipo puedan enturbiar su campaña para las municipales. Noriega no dudó en calificar estos hechos como graves, y hasta el propio Xosé Manuel Beiras respaldó públicamente a Jorge Suárez en un acto en Ferrol, donde lanzó un dardo envenenado a Luís Villares, al recordar que las llamadas candidaturas de unidad popular nacieron, precisamente, en el ámbito local. Desde el partido aclaran que Marea de Ferrol no fue creada de nuevo, sino que ya existía previamente.