En Marea vuelve a dividirse el 25 de Xullo

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Romería de Anova el año pasado en el parque de Galeras con motivo del 25 de xullo
Romería de Anova el año pasado en el parque de Galeras con motivo del 25 de xullo PACO RODRÍGUEZ

El partido le reprocha a Anova que vaya por separado y luego reclame al resto confluencia

18 jul 2018 . Actualizado a las 09:51 h.

Podemos en Sarria, Esquerda Unida en Mugardos y Anova y En Marea en sendos parques de Santiago que se encuentran separados por una distancia de 200 metros. Por segundo año consecutivo, el llamado partido instrumental y quienes lo conforman volverán a celebrar el 25 de Xullo por separado: cada uno en su propia finca para celebrar el día en el que se honra a Galicia, uno de cuyos rasgos distintivos ha sido siempre el minifundio. Así ocurre en la organización de fiestas, con una orquesta en cada rincón todos los veranos; pero también en la propiedad de la tierra, en el tamaño empresarial y, por lo que se ve, en parte de la organización política.

El BNG, en cierto modo, supuso con su nacimiento a comienzos de los ochenta un proceso de concentración parcelaria, una unión de espacios ideológicos con la nación gallega como nexo común, pero treinta años después acabó con una fractura. En Marea, que trata ahora de proteger bajo un mismo paraguas a sensibilidades diversas, parece dirigirse en ocasiones hacia un desenlace similar. Podemos y Esquerda Unida no quieren diluir sus marcas en el partido, al que miran con recelo y distancia, y quienes ayudaron a construir el llamado proyecto de unidad popular, es decir, Anova y las mareas locales, ven ahora a la organización contagiada por el virus de los partidos clásicos. Una enfermedad, dicen, que se manifiesta con un síntoma inequívoco: el control de un aparato que dirige desde arriba procesos de apariencia asamblearia.

En este contexto, En Marea presentó ayer su 25 de Xullo. Será en el compostelano parque de Vista Alegre, y contará con la presencia de Luís Villares. Anova, con Beiras, estará justo al lado, en Galeras, otro parque de la ciudad. A ambos los separará una distancia física ridícula. Gonzalo Rodríguez, miembro de la coordinadora de En Marea, compareció ayer. Y sus palabras no auguran un escenario de paz. De hecho, lanzó un dardo envenenado a Anova por abanderar la confluencia y luego celebrar un acto propio. «Ultimamente escoitamos moitos oxímoros, e un deles é o de confluír por separado», ironizó. En Marea presentó también el calendario de su escuela de verano, que tendrá lugar en el café Moderno de Pontevedra los días 21 y 22 de julio. Allí estará Xosé Manuel Beiras, que ha aceptado la invitación, pero no Antón Sánchez, que la declinó. Según reveló ayer el partido, Carmen Santos y Antón Gómez Reino, ambos de Podemos, ni siquiera se dignaron a contestar el ofrecimiento. La jornada que En Marea ha convocado para el 25 de Xullo, de carácter lúdico, prevé incluso la celebración de un debate cómico sobre la confluencia. «Trátase de rirnos un pouco de nós mesmos e rebaixar un pouco a tensión», precisa Gonzalo Rodríguez. El tiempo dirá la gracia que les hace este gesto al resto de actores en un contexto como el actual, condicionado por el órdago de Martiño Noriega para reclamar una dirección más plural. En Marea sigue su rumbo como si no hubiera sucedido nada. El partido instrumental insiste en que hay un espacio abierto al diálogo, al que todos pueden sumarse en los órganos ya establecidos en la asamblea fundacional, celebrada en Vigo en julio del 2016.

Compostela Aberta, la organización liderada por Martiño Noriega, entiende que este diagnóstico ignora la gravedad de la situación, marcada por un proyecto que, a nivel gallego, no recoge la pluralidad de las mareas locales, el verdadero germen del llamado espacio de unidad popular, tal y como recordó Beiras este sábado. Así, avalado por Podemos, Esquerda Unida, Anova y los alcaldes de Ferrol y A Coruña, Noriega sigue adelante con su plan y ya ha empezado a hablar con las partes para crear la mesa de confluencia. Una iniciativa que En Marea definió como un consejo de notables aristocrático.