«Valeu a pena a loita polo Miño»

e. g. souto / D. cela LUGO / LA VOZ

GALICIA

OSCAR CELA

La exconcejala nacionalista Blanca Rodríguez Pazos y el ecologista Daneil López Vispo evocan la tenaz batalla que plantearon contra el recinto ferial de Lugo, junto al río, y las consecuencias que tuvo

11 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El 16 de abril de 1998, el entonces presidente de la Xunta, Manuel Fraga, inauguró el recinto de ferias y exposiciones de Lugo, al pie del Miño, una infraestructura en la que el erario se dejó 1.200 millones de pesetas, aportados por las Administraciones autonómica, provincial y local. Fraga lanzó una dura crítica a los ecologistas, que ese día expresaron de modo ruidoso su rechazo a esta construcción. Durante años, la Plataforma para a Defensa do Miño había mantenido una tenaz oposición a dicha instalación. Entre los más activos en aquella batalla estuvieron la nacionalista Branca Rodríguez Pazos, entonces concejala, y el ecologista Daniel López Vispo. Ambos hicieron ayer memoria de aquellos días, de lo que para ellos supusieron y de la repercusión que tuvieron las acciones que llevaron a cabo.

De todo hubo en aquella resistencia a un proyecto que inicialmente era aún más agresivo con el río de lo que lo fue finalmente. Hubo concentraciones en el lugar de las obras. Así ocurrió, por ejemplo, el 25 y el 27 de abril de 1995. Por la paralización de los trabajos el primer día acabaron en el juzgado Rodríguez Pazos, su entonces compañero de grupo municipal Xan Carlos Carreira y Daniel López Vispo. Llevados ante el juez, exigieron poder declarar en gallego. Y tuvieron que esperar a que llegase a Lugo desde A Coruña un traductor. Andando el tiempo, se celebró el juicio, sin acusación pública. Quedaron absueltos.

Antes ya se había producido un incidente que acabó con López Vispo con una costilla fracturada y una condena. El 28 de julio de 1994, un grupo de ecologistas entró en la casa consistorial, colocó una pancarta en el balcón y se quedó en el salón de plenos. Acudió la Policía Local para el desalojo. A Vispo lo sacaron en volandas. Y no pasó nada. Pero un agente acabó propinándole una patada o un pisotón. El asunto remató con condena para las dos partes; la de Vispo incluía hasta prisión, de la que se libró por carecer de antecedentes.

A petición de La Voz, Rodríguez Pazos y López Vispo volvieron ayer al lugar en que protagonizaron acciones de rechazo a la obra. Coinciden en que, aunque la construcción se ejecutó, «aquilo valeu a pena; a loita sempre paga a pena». Y es que, aunque se levantó el recinto ferial, el proyecto definitivo incluyó cambios que permitieron ganar espacio verde a orillas del Miño -hoy constituye una zona de ocio ampliamente utilizada por los vecinos-. Pero, sobre todo, coinciden ambos, fue la primera vez que se peleó en Lugo en defensa del río Miño. «Naquela loita conseguimos xuntar a moitos sectores, a moita xente; a plataforma era realmente plural, con partidos, sindicatos, asociacións, particulares; e hai que dicir que os partidos tiveron a xenerosidade de deixar o protagonismo á plataforma». Recuerdan, aún con sorpresa, cómo a alguna de las protestas asistían lucenses a los que nadie situaba ni en el ámbito de la izquierda ni en el del ecologismo.

Quedó el espíritu combativo

De las acciones en defensa del Miño y contra la infraestructura ferial, quedó un espíritu combativo que fue muy útil y ayudó a lograr posteriores victorias. Entre ellas, citan, como resultado indirecto, la de evitar -los vecinos del barrio de Albeiros tuvieron un papel esencial- la instalación de una gasolinera al pie de uno de los parques de la ciudad, el de la antigua Frigsa. Aquellas batallas dieron paso a otras para reivindicar la creación de depuradoras de residuales aguas arriba de la capital. «Empezouse a falar de problemas dos que antes non se falaba», subrayan. Fraga, en la inauguración del recinto, reconoció «o dereito a discrepa», pero, fiel a sí mismo, advirtió: «Nunca recoñecerei aos que sempre están polo non, aos do non». Vispo cree que Fraga no sentía ningún entusiasmo por este establecimiento ferial.