El líder de Las 5 Jotas visitó Vigo en varias ocasiones cuando se escondía en Portugal de la justicia

E. V. PITA VIGO / LA VOZ

GALICIA

La policía de Portugal entrega al líder de Las 5 Jotas
La policía de Portugal entrega al líder de Las 5 Jotas Santiago Garcia Villegas

Siguieron su pista en Suiza, Portugal, Brasil, Austria y Vigo. Sus continuas idas y venidas acabaron delatándolo

10 jul 2018 . Actualizado a las 12:11 h.

Hasta 40 policías de dos países trabajaron juntos para dar con el cerebro de la mayor trama de fraude fiscal de Galicia, José Manuel Costas. Durante más de un año de fuga vivió haciendo vida normal, como la de cualquier ciudadano, en Zúrich, Suiza. Hace medio año fue detectado en Portugal atendiendo sus negocios a distancia e incluso en Vigo, pues cruzó varias veces la raia en coche para atender personalmente diversas urgencias que tenía en esta ciudad. Tras tener noticia de su huida en julio del 2016, el Grupo de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional siguió su pista por Brasil (pesquisas que dieron resultados negativos), Suiza, Austria, Portugal y Vigo. Así descubrieron que él mismo atendía sus negocios, despachaba con una secretaria y recibía dinero que personas próximas le hacían llegar a su escondite en el norte de Portugal. Estas continuas idas y venidas de allegados del prófugo español más buscado por la Europol acabaron por delatarlo. La brigada de Madrid dedujo que el rey de las facturas falsas se ocultaba en Esposende.

Los policías comprobaron todas las cuentas bancarias de Costas. Tenía todo bloqueado judicialmente, no podía mover ni un euro de ningún banco ni pagar con tarjeta de crédito. Supusieron que, para financiar su fuga durante varios años, el empresario vigués necesitaba una tercera persona de confianza que le aportase fondos regularmente o que sacase dinero que él tenía guardado en cuentas secretas a nombre de un testaferro y se lo entregase a él. Ese dinero negro creen que procedía de los fraudes por los que fue condenado o por trabajos sin declarar. Era evidente que estaba recibiendo colaboración exterior.

La deducción policial fue clave para centrar la investigación y vigilar a un círculo reducido de personas de su entorno. Además, el cartel de búsqueda de Europol que distribuyó el retrato de Costas como uno de los prófugos más buscados de Europa contribuyó a que diversos testigos diesen pistas sobre su paradero al reconocerlo por la calle en el extranjero. Lo que se ignora por ahora es si Costas usaba identidad falsa, al ser detenido en Portugal sin dinero ni documentación.