Fernando Ortigueira: «Guillermo se quedó enredado en las cuerdas y no salió»

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

GALICIA

RAMON LEIRO

El superviviente del accidente de parapente en el que murió su compañero asegura que el siniestro se produjo porque «bajó demasiado el viento»

06 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«Caímos al agua a dos metros de la orilla. Yo conseguí salir, pero Guillermo se quedó enredado en las cuerdas del parapente y no salió». El pontevedrés Fernando Ortigueira sobrevivió este miércoles por la noche al accidente en el que murió su compañero y amigo Guillermo Casás Boubeta, natural de Tirán (Moaña), casado y padre de una joven.

El siniestro se produjo, según explicó el propio Ortigueira, cuando «bajó demasiado el viento», por lo que no consiguieron alcanzar la zona en la que tenían previsto aterrizar. El pontevedrés consiguió desembarazarse del parapente, cayó al agua y alcanzó las rocas para, acto seguido, escalar el acantilado hasta alcanzar la zona donde se ubica la escultura de A Caracola, en cabo Home. Las heridas le obligaron a pasar por un centro médico.

Según trascendió, ambos aficionados a este deporte ya habían realizado la misma tarde del miércoles un primer vuelo que se desarrolló sin problemas. Fue en el segundo, cuando aparentemente ya habían iniciado el trayecto de retorno, cuando comenzaron a notar la falta de viento, circunstancia que provocó que, paulatinamente, las velas de ambos comenzaran a perder altura. Todo parece indicar que, ante la imposibilidad de alcanzar una zona adecuada para aterrizar, ambos decidieron realizar un amerizaje, una maniobra no exenta de riesgo que normalmente conlleva soltarse de los anclajes antes de tocar el agua.

Este jueves, desde el 112 precisaron que tuvieron constancia de lo ocurrido en torno a las nueve de la noche, momento en el que recibieron la llamada de un particular que alertaba de la presencia de «un paracaídas en el agua, en cabo Home, frente a la estatua de A Caracola, a unos cien metros de la orilla». Añadía que hacía como una hora que lo había visto en el agua, pero que no apreciaba que hubiese ninguna persona.

Desde la central de coordinación autonómica de emergencias precisaron que el cuerpo sin vida de Guillermo Casás fue rescatado por la tripulación de un pesquero que se encontraba en la zona.

Lo cierto es que el 112 dio aviso a Salvamento Marítimo, que, tras comunicarse con otra persona que dio la alerta, confirmó que eran dos los paracaídas caídos al mar. Se movilizaron entonces los medios de rescate, embarcaciones y dos helicópteros, uno del SAR y el Pesca 1 del Servizo de Gardacostas.

Rescate hace 23 años

El de este miércoles no es el primer accidente de gravedad que sufre Fernando Ortigueira practicando esta afición. El 25 de septiembre de 1995, mientras sobrevolaba la playa marinense de Mogor, observó cómo se rompía el cable que lo unía con la lancha que lo remolcaba. Con apenas 23 años terminó colgado de un pino a 40 metros de altura en una zona de muy difícil acceso. Las escaleras de los bomberos no alcanzaban, por lo que se optó por una medida arriesgada. Un helicóptero tendió una cuerda al pontevedrés y este tuvo sangre fría para colocarse un arnés y ser izado hasta la aeronave. Este jueves, Ortigueira aseguraba que seguirá practicando parapente: «Ya llevo muchos años en esto».

La Guardia Civil ha concluido que se trata de una muerte accidental

La investigación abierta a raíz del accidente que le costó la vida a Guillermo Casás Boubeta ha sido archivada por la Guardia Civil de Pontevedra tras concluir que se trata de una muerte accidental, informó el periodista de la delegación de Vigo Enrique Vázquez Pita. Se da la circunstancia de que el fallecido envió hace unos meses al foro Trackalia una ruta por la Costa da Vela, similar a la del accidente, en la que llegó a alcanzar los 88 kilómetros por hora. Fuentes del Club Parapente Rotor de Vigo lamentan la «pérdida de una buena persona y un buen compañero con gran experiencia. Ha sido una tragedia». Por su parte, expertos del sector resaltan que es una zona donde solo suele volar gente muy experimentada, por su riesgo en malas condiciones debido a la falta de altura.