Los policías gemelos justifican el ADN hallado entre la pólvora con que iban a competiciones de tiro

La Voz OURENSE / LA VOZ

GALICIA

Agostiño Iglesias

Los hermanos pasaron más de doce horas en el juzgado

05 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los policías gemelos investigados por el presunto homicidio del agente Celso Blanco, muerto a causa de un disparo mientras se encontraba en su despacho de la comisaría de Ourense el 9 de abril del 2016, volvieron ayer al juzgado e insistieron en su inocencia. La jueza Eva Armesto interrogó a Bernardo y Roy D. L. durante más de cuatro horas, cada uno, para conocer todos los detalles relativos a lo que hicieron el día de los hechos. Sobre esto, Bernardo dijo que estuvo viendo competiciones deportivas en Monterrei, en las inmediaciones de la capital, entrando en detalles sobre las actividades y la gente que vio durante el tiempo que allí estuvo. Esas declaraciones se tratarán de verificar ahora con los responsables del complejo deportivo. En presencia de la magistrada, de la fiscala y de los letrados de la defensa y de la acusación particular, la familia de Celso, el agente Bernardo explicó también las razones por las que la antena de telefonía cercana al domicilio de la víctima lo situó en esa zona entre las 14.25 y las 14.30 del día de autos. Dijo que pasó por allí en su ruta desde su domicilio hasta Monterrei, si bien esto último también se va a comprobar, según fuentes cercanas al caso.

El hallazgo de ADN de los gemelos en un papel con pólvora hallado junto al cadáver, prueba forense incorporada a la causa recientemente, era el asunto que había motivado que la familia del agente fallecido hubiese solicitado esta nueva comparecencia. Sobre esto, los agentes aseguraron que, como especialistas en tiro, participaban en numerosas competiciones y manejaban entre 30.000 y 40.000 cartuchos al año. En algunas ocasiones, matizaron, reutilizaban la pólvora de los cartuchos para segundos usos, vaciándolos y dejando su contenido en el interior de sobres y papeles que estaban en el despacho. Ese era su centro de trabajo y también el de Celso, al igual que el lugar en el que se produjo la muerte, por lo que a juicio de los gemelos resulta normal que el ADN de ellos (ambos tienen el mismo) estuviese presente en este papel que ahora se considera prueba inculpatoria. Bernardo estaba de baja cuando ocurrieron los hechos, pero su ADN podría haber estado allí desde mucho antes, mientras que Roy confirmó que iba a esa oficina casi diariamente. 

Análisis de la pólvora

Además, explicaron ambos a la jueza que esa pólvora no es el mismo residuo hallado en los brazos de su compañero fallecido, quien tenía restos de disparos (que contienen bario, antimonio y plomo). El informe de la Unidad de Conducta de la Policía, según el cual su muerte es «incompatible con la ideación suicida», que se ha aportado recientemente a la causa, también fue objeto de análisis en las largas comparecencias de ayer. En opinión del letrado de los gemelos, Neil González, no puede tener relevancia un informe de un grupo de especialistas que hace un año aseguraron no tener material suficiente para hacer una autopsia psicológica de Celso Blanco. Recordó, además, que hay otros informes forenses que apuntan al suicidio como la causa más probable de los hechos.

También se pronunció el letrado sobre el anónimo recibido por la familia de Celso advirtiendo que «no se le puede dar credibilidad». El otro letrado, Arturo Mosquera, pidió al autor de la carta que «dé la cara» e insistió en que el documento incide en la culpabilidad de los gemelos. La declaración de Roy no empezó hasta bien entrada la tarde y continuaba al cierre de esta edición. No se descartaba que hubiese cambios en las medidas cautelares.